Casi una década desde que Andrea tomó las riendas de una 800cc en el año 2008. Año en el que se cumplían 60 ediciones del Campeonato de Motociclismo, y donde un italiano más entraba a competir en la más prestigiosa competición de motos. Un italiano más, que podría perder ese adverbio que lo califica como ‘del montón’, si toma esta recta final del campeonato con una jugada maestra.
Recordemos. Temporada 2008. Andrea, atrevido, daba el salto a la categoría reina de la mano de un equipo privado, JiR Team Scot. Único piloto de este box. Solitario, sin compañero que le plantase cara, pero plantándole cara al resto de la parrilla. Dando la nota con una Honda de un color llamativo. Plateado, pasando desapercibido.
Casi diez años después, Andrea Dovizioso regresa al circuito de Sepang, Malasia. Quien sabe que rondará por la cabeza de ese italiano. Brotan dos sentimientos que acaban chocando. Circuito donde consiguió el primer podio de su carrera, y donde conseguiría la segunda victoria de la misma. Pero ahora no hay tiempo para la nostalgia. Atrás queda la ilusión del niño que consigue destapar la primera botella de champán, para dar un paso mas allá. Para enfocarse a grabar su nombre en la Torre de Los Campeones.
Enfrente tiene a uno que ya lo ha conseguido 3 veces, y qué máquina hacerlo por una cuarta vez. 33 puntos separan a Andrea de la corona, y no depende de él mismo para colocársela en su testa. Para el día de mañana se prevée un 80% de probabilidad de lluvia en Malasia. Lo que podría acabar siendo un domingo negro para Márquez, también sería la oportunidad perfecta para que Desmo Dovi le quitase el trono al joven piloto ilerdense. La veteranía podría aguar la fiesta de Márquez, y Andrea lleva queriendo reinar bastante tiempo.