Las hinchadas de Cádiz y Rayo son reconocidas por su vinculación, mayoritariamente, a la izquierda. Una ideología que, evidentemente, no se aprecia en todo el mundo. El pasado sábado ambos conjuntos se enfrentaron en el Ramón de Carranza dando total protagonismo a los valores que respetan tanto uno como otro equipo. Horas antes de que empezase el ansiado envite liguero, los aledaños al Carranza estaban plagados de banderas rayistas y amarillas como símbolo de hermandad.
Los más de 400 franjirrojos desplazados iban ocupando su asiento cuando, de repente, varios seguidores locales pusieron banderas de España en una parte cercana a la grada visitante, algo que disgustó a los rayista que, en símbolo de protesta, cantaron canciones relacionados con el barrio obrero para recordar su idiosincrasia. Durante el transcurso del partido el buen ambiente volvió a reinar en un partido en el que no hubo goles, pero sí dejó esta pequeña anécdota.