El proyecto de Ernesto Valverde en Can Barça empezó mal. Muy mal. Neymar se marchó a París y el Real Madrid derrotó con contundencia a un pobre Barcelona en la Supercopa de España. Las sensaciones a día de hoy son muy distintas, pero no son, para nada, definitivas. Valverde, en términos tácticos, ha aportado variedad, sin ser esclavo del juego de posición puro, de dos de los entrenadores más importantes de la historia del club: Johan Cruyff y Pep Guardiola. Una de las claves que no se está teniendo en cuenta es el gran balance defensivo del equipo, que analizaremos a continuación.
Variedad táctica y potenciación de la presión defensiva
El tridente formado per Leo Messi, Luis Suárez y Neymar rompió prácticamente todos los registros goleadores. Sin embargo, la presencia de los tres jugadores imposibilitaba, por un lado, una variante táctica -más allá de la defensa de tres centrales en casos excepcionales, como la remontada ante el PSG- puesto que dejar a alguno de los tres en el banquillo suponía un sacrilegio y, por otro lado, una dificultad añadida a la hora de defender por razones obvias. En cuanto al apartado táctico, Valverde se inició en la gira de pretemporada con dos extremos por dentro, buscando la asociación entre Neymar y Messi. Sin el brasileño, el Txingurri optó por volver al 4-3-3 habitual, coqueteó con un Rakitic más cerca de Busquets en un teórico 4-2-3-1, jugó con Messi de falso 9 cuando Suárez fue baja por lesión y finalmente se decantó por un sistema desequilibrado, con mucho énfasis a las subidas verticales de Jordi Alba y con el argentino con libertad absoluta de movimiento. Aunque la idea inicial fue la de que recibiera lo más cerca posible del área rival.
Tan necesaria era la mejora de la estructuración ofensiva, como la defensiva. Valverde ha conseguido que sus jugadores crean en él. Se puede ver como Messi, por ejemplo, se desgasta en la presión, una imagen poco frecuente. El Barça ha trabajado una presión tras la pérdida que dificulta la salida con el balón controlado del rival. Achica espacios, junta líneas y no retrocede. Por este motivo, es primordial que tanto los delanteros como los centrocampistas cambien la concepción de ataque a defensa tras la pérdida para recuperar lo más rápido posible, que repercutirá directamente en los metros más o menos cerca que se estará de la portería del contrario. Samuel Umtiti ha destacado por encima del resto de la defensa. El internacional francés se encuentra a un nivel estratosférico y ha conseguido despejar las dudas sobre el central del Barça en la etapa ‘PostPuyol’. Otro jugador que también se ha reafirmado en el Camp Nou es Ter Stegen. El club creyó y apostó por él por delante de Claudio Bravo, sobretodo por su juventud y potencial, y el tiempo ha dado la razón a la entidad catalana.
Valverde supera con claridad a Luis Enrique en el apartado defensivo
La defensa del Barça la inicia la primera línea, junto a los centrocampistas. La salida de presión del conjunto rival debe ser casi perfecta para superar dichas líneas, comandada por una impecable lectura del juego junto a unos gestos técnicos precisos. En caso de sortearlos, aún quedan Piqué -que no ha empezado a su mejor nivel esta temporada- y el mismo Umtiti. Como última opción, Ter Stegen, aumentando su rendimiento partido a partido. Cuando la recuperación de balón no es posible y el Barcelona es incapaz de dominar el encuentro, como ante el Athletic Club, aparece el alemán. Las estadísticas respaldan al Barça de Valverde, que ha superado de largo al de Luis Enrique, en este primer tramo de temporada, en el apartado defensivo. Los del Txingurri solo han encajado 4 goles -tres en Liga y uno en Champions- en 14 partidos. En las dos últimas temporadas del técnico asturiano, el Barça recibió 16 y 14 goles respectivamente. De media, el Barça de Luis Enrique encajó casi cuatro veces más que el actual Barça, aunque el contexto -tal y como ya hemos comentado, de jugar con Neymar además de otros factores- era diferente.
No evolucionar significa involucionar, ya que tus competidores sí lo harán. Valverde no se ha anclado a un único sistema y ha mejorado la defensa. Más allá de las dudas sobre el juego del Barça o la dependencia en cuanto a la faceta goleadora de Messi, los azulgranas han mejorado. Invictos en Liga, Champions y Copa, pero aún con mucho camino por recorrer. Valverde ha potenciado la defensa, pese a las individualidades, y ha hecho del Barcelona un equipo trabajado en bloque.
Artículo original de Jordi Cardero para Balón en Profundidad.