ATT: Un aficionado que no se rinde
Una carta dirigida al Alavés, desde la directiva, pasando por jugadores, hasta la afición
Hace 7 meses, por las calles de Vitoria, se respiraba en azul y blanco. Nunca antes, ni siquiera cuando llegó a la final de UEFA, se había respirado tanto sentimiento albiazul en la capital vasca. Entonces, la gente solo se permitía soñar y vivir en un limbo totalmente festivo.
Siete meses después, la situación ha dado un vuelco de 180 grados. El glorioso está en una situación complicada, el último en la clasificación y con el segundo técnico destituido. Una situación que ni a directiva, ni a jugadores, ni a afición hace ninguna gracia, pero, por desgracia es la situación que toca vivir en este momento.
La única forma de llevar esta problemática es pensar en el pasado. Desgraciadamente, el glorioso ha vivido más desgracias que alegrías; descensos a segunda, segunda B, e incluso, aún hay gente que ha soportado partidos del Alavés en tercera, pero, hoy en día estamos sufriendo el dulce temor de descender a segunda, estando en primera.
La temporada pasada, la frase en la calle era: “Disfrutemos porque será efímero”. Tras la hazaña de llegar a la final de copa, la euforia se apoderó de la gente y comenzó a soñar con cotas más altas; “¿Y si volvemos a jugar en Europa?”. Señoras y señores, sentado en mi dura silla, me gustaría recordarles que somos el Deportivo Alavés, un equipo que sufre, un equipo que vive de milagros como el gol de Guzmán en Jaén o el gol de Toni Moral ante la Real Sociedad, un equipo que vive muchos altibajos, pero, sobre todo, un equipo de alma, de sentimiento.
Quedan seis meses, con un mercado invernal de por medio, estamos a, tan solo, 6 puntos de la salvación. Pido, con todo mi corazón albiazul, que tiremos juntos hacia delante; afición, directiva y jugadores. No nos podemos rendir ya, queda mucho que luchar por delante.
¡EL GLORIOSO NUNCA SE RINDE!