Desde que se produjera el ascenso a Segunda División, el Real Oviedo ha visto como su posición en la tabla crecía cuando el equipo jugaba en casa y disminuía cuando lo hacía fuera. La pasada temporada, sin ir más lejos, la poca cantidad de puntos cosechada a domicilio condenó a los azules a quedarse sin playoff de ascenso a Primera División. En esta, la cosa parecía ir por el mismo camino, aunque en los últimos encuentros, el equipo de Anquela parece haber reaccionado.
Cuatro victorias en los últimos cinco partidos. Doce de quince. El momento del Oviedo es sensacional. Equipo y afición disfrutan de un estado de forma excelente, el mejor desde que empezó la temporada. Desde aquel encuentro ante el Lugo, aquellos quince minutos de descanso que sirvieron para que el equipo reaccionase y se subiese al carro de sumar de tres en tres. Porque el Oviedo suma victorias en casa y fuera (dos en las últimas tres salidas). Así se vive mejor la semana, y de esta forma se afrontará mejor el tramo decisivo del año, donde el equipo perdió la oportunidad de estar en los puestos nobles en las dos últimas campañas.
El Oviedo de Anquela, además, es un equipo que crece desde la parte de atrás. La defensa de cinco hombres parece haberse afianzado en la cabeza del técnico jienense. Más estabilidad, mayor solidez y un Forlín que se está saliendo cubriendo las espaldas de los dos centrales. Además, si con este sistema logras que hombres como Aarón, Linares o Saúl no tengan que sacrificarse tanto a la hora de defender, el resultado es el mejor posible.
Otro de los que agradece que el equipo juegue con cinco hombres atrás es Ramón Folch. El mediocentro, indiscutible para Anquela, se siente más desahogado y tan solo se ocupa de dar equilibrio y jugar con criterio. Por delante, como venimos contando, las dos referencias del equipo. Aarón y Saúl campan a sus anchas en la zona de creación. Aparecen por dentro, por izquierda y por derecha. Una faceta que agradece Linares, que aprovecha cada ocasión para hacer su tanto. Cuatro en los últimos cinco partidos. Y a todo esto hay que sumar la profundidad de Diegui y Mossa. Ambos se defienden de maravilla en la parte atrás, pero también lo hacen llegando a línea de fondo y poniendo centros laterales.
El Oviedo de fuera
Está claro que el principal objetivo es mejorar los números lejos del Tartiere. La temporada pasada, el equipo rascó 17 puntos a domicilio, y hace dos, 19. En la presente campaña, el equipo ya ha sumado nueve, la tercera parte de los que tiene en total. Por ello, el conjunto de Anquela necesita seguir arrastrando esas buenas sensaciones a todos los campos que visite. Esa será la diferencia fundamental entre un equipo que esté arriba y otro que no.
Porque el Oviedo ya sabe lo que puede pasar a final de temporada. La pasada campaña, con una victoria más fuera de casa, el equipo hubiese entrado en playoff. Y los asturianos no quieren que esto vuelva a ocurrir. Por ello, el equipo de Anquela se ha concienciado para mejorar los resultados a domicilio. Un aspecto que podría ser la base de estar o no arriba a final de temporada.
Imagen destacada: realoviedo.es
Por @javimorcin