Entrenamiento de Champions

Con la primera plaza del grupo asegurada, el Barcelona ponía en juego su honor y buen puñado de euros en este último partido de liguilla. Por su parte el Sporting pretendía refrendar su buen inicio de temporada logrando la clasificación para octavos en uno de los templos del futbol mundial. Para ello debía ganar y que no lo hiciera la Juventus en Grecia.La ausencia de jugadores del filial en la convocatoria daba paso a un once con muchas rotaciones.

En el once inicial sorprendía la ausencia de Messi, se cumplían los deseos del técnico lisboeta. La aportación de Valverde al equipo es patente. Ha recuperado el futbol de posición, la presión alta, la defensa adelantada, etc… pero sin duda convencer a Messi para que descanse es un gran mérito y dice mucho de su capacidad para gestionar un vestuario. Por su parte Vermaelen sería el encargado de sustituir a Umtiti. En el cuadro luso destacaba la ausencia del rapidísimo Gelson y en menor medida de su goleador Bas Dost, solo tres titularidades en Champions.

La primera transcurrió sin pena ni gloria. Sin apenas ocasiones, un mano a mano de Luis Suárez con el portero y un tiro de lejano de André Gomes fue lo más destacado en el ataque azulgrana. Por parte lusa menos aún. El gol de la Juve en Grecia borraba sus escasas posibilidades de continuar en Champions, así que bastante hicieron con mantener la posición. Por destacar algo de la primera parte: la movilidad de Denis y André Gomes y la solvencia con la que resolvió Vermaelen el poco trabajo que tuvo y las pocas dificultades que le planteó el ataque luso.

La segunda parte fue más de lo mismo, ninguna historia. Sirvió para constatar que Luis Suárez, siempre generoso en el esfuerzo, sigue negado de cara a puerta, 8 partidos seguidos de Champions sin ver puerta,y también para certificar que Paco Alcácer sigue respondiendo a sus titularidades con goles. Valverde dio media hora a Messi, probó a Busquets como central y el partido terminó con un autogol de Mathieu. El Barça  continúa invicto desde la dolorosa Supercopa. En resumen un partido sin historia que sirvió a Valverde para dar descanso a sus titulares de cara a los 3 partidos que quedan de Liga antes de Navidad y con el clásico en el horizonte.