Cuarenta y dos puntos a falta de una jornada para terminar la primera vuelta el CD Mirandés es el campeón de invierno del grupo II. Nadie podrá decir de este Mirandés que no se ha adaptado perfectamente a la Segunda División ‘B’ tras el descenso que sufría el pasado mes de Junio. En Anduva tenían claro que el objetivo no era otro que volver a ascender en un año a la Liga 1|2|3. Y se pusieron manos a la obra.
Dieron estabilidad al proyecto para regresar manteniendo a Pablo Alfaro como técnico. El zaragozano, que no pudo evitar el descenso, tuvo la tranquilidad de junto con la dirección deportiva, empezar a trabajar desde el primer día para regresar a la categoría de plata. Ese fue el primer paso en la línea correcta. Lograr una estabilidad deportiva.
El segundo era formar un bloque que fuese competitivo y fuerte en 2ºB, toda vez que, por tratarse de un descendido, iba a ser un rival claramente a batir. Se quedaron varios jugadores en el club. Casos de Rúper, el capitán, o Kijera. Sobre esa pequeña base se buscaron refuerzos en el mercado que hiciesen del club de Miranda de Ebro el rival a batir de verdad y no solo por ser un descendido.
Mucha de la buena marcha actual se debe a uno de los fichajes realizados en verano por los de Anduva. El delantero ovetense Diego Cervero. El canterano del Real Oviedo siempre ha sido una garantía de goles en la división de bronce, como así lo demostró muchas campañas en el Real Oviedo y en su paso por el Logroñés. Solo el año pasado en el Fuenlabrada tuvo un año de esos que pueden ser considerados malos. Mucha responsabilidad de que el Mirandés haya ido comandando la tabla casi toda la primera vuelta es suya. No en vano lleva catorce goles anotados de los veintisiete que suma el cuadro de Pablo Alfaro.
Pero el Mirandés no es solo Diego Cervero
Aunque la importancia del carbayón en el Mirandés roza el calificativo de vital, el Mirandés no es solo Cervero. La dirección deportiva mirandesa acudió al mercado para dotar al equipo de seguridad defensiva. Así llegaron a Miranda los veteranos Melli, del Reus, y David Prieto, del Atlético Baleares. Dos viejos rockeros con experiencia en Primera División. Junto a ellos también llegó Israel Puerto, del Racing de Santander, que complementa a ambos.
En portería el veterano Limones, procedente del Cartagena, es quien pone el candado. En el medio del campo el joven Antonio Romero, que ha llegado desde Mérida, se ha hecho pieza importante. Y el francés Yanis, quizá el fichaje de perfil más bajo que llegó del Sestao River, se ha convertido en el segundo máximo goleador del equipo.
Así se construyó un bloque que, en palabras de su entrenador aún tiene cosas que mejorar, está demostrando ser fiable. Un bloque que solo ha caído derrotado en dos encuentros de los dieciocho disputados y que ha obtenido una ventaja que no debe desaprovechar. Seis puntos sobre el segundo y doce sobre el quinto, casi nada antes de que finalice la primera vuelta.
Foto – CD Mirandés.