Los Houston Rockets ganan un duro pulso a los New Orleans Pelicans

Esta noche hemos disfrutado de un encuentro ajustadísimo entre los Houston Rockets y los New Orleans Pelicans, que se han acabado llevando los texanos por 130 a 123. El partido ha sido inmejorable en cuanto a el batir estadísticas individuales en ambos equipos: el nuevo récord anotador de Clint Capela con 28 puntos, el cual ha adornado la noche con 8 rebotes y 5 tapones, mostrándose siempre dominante en la pintura con una gran conexión con James Harden (26 puntos y 17 asistencias) y Chris Paul (20 puntos y 6 asistencias). Por la parte de los Pelicans, E’Twaun Moore superó también sus límites con 36 puntos, a los que acompañaron otros 37 de Jrue Holiday y 24 de DeMarcus Cosusins, por no hablar del triple-doble de Rajon Rondo (13-12-12).

Sonó la bocina del primer cuarto en el Toyota Center y los New Orleans Pelicans salieron a por todas a pesar de la ausencia de Anthony Davis, excelentes en el apartado del tiro, tanto dentro como fuera del perímetro, aprovechándose de una defensa local que cojeaba bastante durante este primer periodo. Moore y «Boogie» Cousins dirigidos por Rajon Rondo empezaron a hacer bastante daño a unos Rockets que no supieron responder muy bien a los constantes ataques de los visitantes, de modo que los Pelicans se fueron 6 arriba en el marcador al segundo cuarto, 35-41.

El segundo asalto fue junto con el cuarto el más movido de todos. Trevor Ariza salió enchufado desde tres y bordó el comienzo del segundo cuarto para poner a los Rockets por delante, pero, Jrue Holiday y E’Twuan Moore pronto respondieron a esta racha con otra aún más fuerte que volvía a invertir el marcador, demostrando una muñeca muy fina por parte de ambos. Y si ya parecía que los Pelicans se estaban llevando el partido a su terreno, llegaron los sincronizados James Harden y Clint Capela, dueto que se convirtió en un trío con Eric Gordon (27 puntos) y que daba otra replica a la racha de los Pelicans. Marchábamos así al descanso con el ajustado marcador de 78-76 para los de D’Antoni, en ese momento Harden ya alcanzaba el doble-doble.

El tercer cuarto estuvo dominado claramente por los de New Orleans, que salieron muy motivados a la segunda parte y que seguían con un gran acierto en los tiros de campo, consiguiendo ventajas de hasta 11 puntos sobre los rivales. Pero, el final de este periodo fue el despertar de Chris Paul, que fue quien se encargó en ese momento de coger las riendas de los Rockets hacia la posterior remontada junto con Capela, los dos espléndidos tanto en ataque como en defensa, una defensa que por parte del pívot desquició a los vistantes con 5 tapones. Robó balones, comenzó a hacer quiebros que rompían la defensa de los Pelicans, efectúo vertiginosos contraataques y lo que es más importante, tras haber marcado sucesivas canastas, metió la que quizás pudo ser la más decisiva del encuentro, un triplazo sobre la bocina que acercaba a los suyos a 7 puntos, 96 a 103.

La racha siguió en el último cuarto, que fue muy reñido por los dos conjuntos y que tuvo varias alternancias en el marcador hasta que, «La Barba» sobresalió frente a todos los demás. James Harden junto con Clint Capela comenzó a hacer auténticas maravillas en la última y decisiva recta del partido, cuando ni el gran temperamento que mostró Cousins ni el talento que derrochó Rondo junto al recital anotador de sus compañeros Moore y Holiday fueron suficientes para frenar a las dos bestias que estaban rugiendo como nunca en el Toyota Center. De manera que, los Houston Rockets terminaron llevándose este apasionante partido por 130 a 123, sumando así su décima victoria consecutiva. Aún así, no se debe olvidar el mérito de los New Orleans Pelicans, que han firmado un partidazo a nivel tanto colectivo como individual a pesar de la derrota.

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