Un banquillo poco regular
Tres han sido ya los técnicos destituidos en el intento por cambiar la dinámica de un equipo que está más cerca que nunca del descenso a Segunda B
El banquillo del Córdoba CF ha visto pasar a cuatro entrenadores desde que la situación deportiva del club empezase a caer en picado la pasada temporada. El primer damnificado fue José Luis Oltra. El actual técnico del Granada estaba empezando su segunda temporada al frente del banquillo califa tras caer eliminado en los play-off de ascenso a primera.
El objetivo en aquel entonces era muy distinto al que se aspira ahora. Viendo que el equipo se alejaba de los puestos de ascenso y que el fantasma del descenso comenzaba a aparecer por la orilla del Guadalquivir el señor González decidió retirarle del cargo.
Y llegó Luis Carrión
En las oficinas del Nuevo Arcángel se consideró como la mejor opción no gastar dinero en traer a un nuevo entrenador sino subir al del filial. Luis Carrión, que consiguió un ascenso muy peleado con el «B» a la división de bronce, era el encargado de revertir la situación y evitar cualquier susto.
Pese a que al principio lo resultados no acompañaron, gracias a el apoyo de la afición y sobretodo el esfuerzo de los jugadores el conjunto andaluz consiguió escalar puestos. Una impecable racha de victorias hizo que acabaran la liga ocupando la décima posición.
El nuevo proyecto con un equipo creado a medida del estilo que quería aplicar Carrión ilusionaba en Córdoba. El mercado de verano dejaba muy buenos nombres sobre la mesa y lo más optimistas hablaban ya de top 6. Nada más lejos de la realidad. La abultada y contundente derrota en casa por 1-5 ante el Nastic fue la guinda del pastel. Los califas acumulaban siete derrotas que los situaban en puestos de descenso.
Después de que muchos técnicos diesen la negativa a la oferta de ocupar el banquillo blanquiverde llegó el que es de momento el que ha tenido el paso más efímero, Juan Merino. Con éste último el equipo tocó fondo, 3 puntos de 21 y colista de segunda división a siete de la salvación.
La última oportunidad
Finalmente llegamos a la situación actual. Jorge Romero, relevo de Luis Carrión en el filial cordobesista, dirigió a la plantilla la pasada jornada ante el Rayo Vallecano. El equipo mostró su mejor cara en lo que llevamos de temporada y sorprendió a su afición, que antes y durante partido se manifestó contra la gestión de los actuales dirigentes del club, con un resultado favorable al descanso de 2-0. Sin embargo en la segunda mitad volvimos a presenciar lo de siempre, los jugadores estaban completamente desubicados y sin ideas para generar peligro, lo que acabó desembocando en el empate del Rayo.
A día de hoy el optimismo brilla por su ausencia en Córdoba y es que aparte de no conseguir victorias, no las
merecen. Es cierto que en la primera parte vimos a once hombres que movían el balón con cabeza y que peleaban por llevarse los tres puntos y aunque sólo fuese durante 45 minutos es un comienzo. Esta semana viajarán hasta Almería para enfrentarse a un equipo que está coqueteando con el descenso. No hay una mejor oportunidad para demostrar que siempre hay que mantener un ápice de esperanza. Dicho esto, que pase lo que tenga que pasar.