En las últimas semanas la situación en Milán se ha vuelto combulsa en la acera rossonera. Mino Raiola, representante de la joven perla italiana Gigio Donnarumma, saltaba a la palestra a raiz de su intención de cancelar la renovación que el guardameta firmó en los últimos meses. Así lo desvelaba El Corriere della Sera, destacando que el representante alega que hubo violencia moral en la operación.
Una vez prendida la mecha, la primera chispa acaba de llegar al seno del AC Milán. Y es que las primeras reacciones han comenzado a aparecer, en primer lugar por parte del director deportivo de la entidad. El propio Massimiliano Mirabelli declaró con firmeza la postura inamovible del club: «Gigio jamás ha expresado su deseo de dejar el Milán. Sin duda, hay alguien que quiere inventarse cosas a propósito, pero protegeremos el club. No hay ninguna reunión prevista con Raiola. Donnarumma tiene contrato hasta 2021 y no hay más que hablar».
«Raiola tendría que venir suplicando -para que Donnarumma saliera-«
«Al principio me hizo gracia, pero la situación ya es seria. Raiola tendrá que venir suplicando -para que Donnarumma saliera- y entonces la venta se haría bajo nuestras condiciones. Hay una persona que está perjudicando nuestra imagen y la de nuestro club», concluyó el mandatario.