Bernie Ecclestone, ex máximo mandatario de la Fórmula 1, ha salido al paso de las constantes amenazas de Ferrari. Él, que también sufrió el discurso de la escudería italiana de marcharse del campeonato, sigue sin morderse la lengua: «Es el típico juego sucio suyo, cuando no ganan durante un tiempo y entran en estado de pánico. Mosley (ex presidente de la FIA) y yo, podemos hacer una larga lista de las veces que beneficiamos a Ferrari para que fueran los mejores, aunque ellos siempre lo niegan», afirma en el alemán Sonntasgblick.
Y añade en su tesis de que la democracia no tiene cabida en la dirección de la F1: «La democracia ahí es imposible. Los nuevos dueños de la F1 tendrán que darse cuenta porque no han logrado nada todavía».