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Herrerín y la espada de Damocles

Herrerín, siempre dispuesto. Imagen vía Yotube

«Para aquel que ve una espada desenvainada sobre su impía cabeza, los festines de Sicilia, con su refinamiento, no tendrán dulce sabor, y el canto de los pájaros, y los acordes de la cítara, no le devolverán el sueño, el dulce sueño que no desdeña las humildes viviendas de los campesinos ni una umbrosa ribera ni las enramadas de Tempe acariciada por los céfiros» Horacio, Odas III (La leyenda de la espada de Damocles).

El caso de Herrerín puede ser, sin miedo a equivocarse, una de las situaciones más peculiares para un puesto que siempre ha recibido el sambenito de ser regentado por locos. Un suplente que juega tanto como el titular, pero con el que se tiene claro que siempre es la sombra del «titularísimo» en turno. Su terreno ha sido Europa, donde lo ha jugado prácticamente todo en los últimos 5 años y siendo uno de los porteros del Athletic con mayor número de partidos de competición continental disputados.

Cerrojo europeo en la actual temporada, anhela el jugar cada semana, como cualquier otro portero en su situación. En el pasado derbi, del cual Kepa se cayó a última hora por lesión, fue su debut liguero en esta temporada, teniendo un partido más tranquilo de lo esperado. Iago es de los que sabe esperar, pero la paciencia tiene un límite.

Al igual que Damocles, quien ansiaba conocer las sensaciones de reinar y disfrutar de dichos privilegios como hacía Dionisio I de Siracusa, del cual era cortesano, Iago Herrerín hace méritos para conseguir una titularidad que está carísima a día de hoy. Con el futuro de Kepa más en el aire que nunca, Iago demuestra que la portería estará cubierta en el peor de los escenarios.

Herrerín responde a un perfil mixto entre un portero clásico, en la acepción más histriónica del término, capaz de provocar infartos en tiempos pretéritos con sus salidas kamikazes, y portero moderno, con buen dominio de balón con los pies y especialista en lanzar contrataques desde el propio saque. Tras idas y venidas, partidos de Copa del Rey y Europa League, su candidatura es muy seria. Ha templado sus «minutos de gloria»  en los partidos y es, a estas alturas, más fiable que suicida, aunque esto último sospechamos que no dejará de serlo nunca.

Si llegase el momento, Herrerín deberá ser más cuidadoso y escrupuloso que nunca si no quiere desaparecer antes de disfrutarlo si quiera. Dionisio I le dio a Damocles la opción de sentarse en su trono durante un día y hacer uso de sus privilegios. Tras haber disfrutado de todo lo que su posición podía otorgarle, levantó la cabeza y vio una espada sujeta únicamente por un pelo de  crin de caballo justo sobre su cabeza. Los privilegios tenían un altísimo precio si no se ejercía el rol con responsabilidad. Damocles renunció al resto del día que Dionisio I le había concedido; no valía la pena ser tan afortunado si el precio a pagar por un error era la muerte.

La portería del Athletic es legendaria y la presión es enorme. Si cumples, serás agasajado, pero caer puede llevarte al ostracismo. Muchos antes que él lo intentaron y perecieron pero, si finalmente Kepa deja el trono en búsqueda de otros reinos más prolíficos en tesoros materiales, Herrerín sin duda asumirá el reto y, por afilada que esté la espada, lo último que hará será acobardarse.

Por @Gomilalopez

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