Al Athletic le alegran las fiestas
Un infantil error de Amat condenó al Betis, que se mostró superior al Athletic durante prácticamente todo el partido.
En el fútbol gana quien menos errores comete. Algo así ocurrió hoy en el Benito Villamarín. Un Athletic sin creatividad se llevó los tres puntos ante un Betis que intentó de todo.
Los primeros treinta minutos fueron un monólogo verdiblanco. Fabián creaba, Camarasa distribuía, Tello desbordaba y Sergio León remataba. Al otro lado, se encontraron un Athletic indefenso e inseguro. Lekue estaba totalmente sobrepasado, Mikel Rico no era el de los últimos partidos e Iturraspe ni estaba ni se le esperaba. A priori, el plan rojiblanco parecía lógico; esperar al conjunto de Setién replegados atrás y contratacar con De Marcos y Williams. Sin embargo, sobre el césped, el plan se basó en enviar pelotazos a un Iñaki superado por un magistral Feddal. Así pues, durante estos 30 minutos sólo Herrerín salvó a los bilbaínos de un desastre de dimensiones similares al de Vigo. Sobrepasados estos treinta minutos, el conjunto vasco decidió asomarse con timidez al campo rival, y se encontró con un gol. Una infantil agresión de Amat a Laporte a la salida de un córner dio ventaja al Athletic, pues Raúl García transformó el penalti provocado en gol. Sin embargo, los del Botxo sólo se vieron por encima en el marcador, pues a pesar de tener un jugador más sobre el campo, continuaron cediendo la posesión al rival y su creación ofensiva siguió siendo inexistente. El Betis, con diez hombres, continúo llevando el control del juego. Tan sólo Susaeta, muy activo durante todo el partido, actuó con criterio a la hora de mover el balón, y creó cierto peligro ayudado por Raúl García, que podemos decir que «hizo de Aduriz«, el cual se quedó en el banquillo por decisión técina.
Tras el descanso, el partido siguió en la misma tónica. Setién prácticamente no varió su esquema pese a la expulsión y el conjunto verdiblanco se lanzó al ataque. Sobre los vascos pesaba el fantasma de la Rosaleda (el Málaga dió la vuelta a un 1-3 jugando con uno menos) y en más de una ocasión Herrerín salvó los muebles. Ambos conjuntos dispusieron de ocasiones para hacer gol. Finalmente, tras el intercambio de ocasiones, llegaría la sentencia rojiblanca; De Marcos, tras recorrer la banda derecha, puso un centro que Feddal, por error, mandó a las redes de su propia portería. Cabe señalar la excesiva atención que prestaron los miembros del equipo hispalense y el Benito Villamarín en la actuación del colegiado, quien no cometió ningún error de bulto. Setién terminó el partido expulsado y se perderá el derbi sevillano.
Tras este encuentro, el Athletic Club suma seis partidos seguidos sin conocer la derrota, se aleja del descenso y se acerca a Europa. Sin embargo, el equipo sigue mostrando una preocupante debilidad defensiva y una enorme falta de recursos ofensivos. Tras el partido, la afición bética, a pesar de la derrota, alentó a los suyos de cara al derbi sevillano. El Athletic también disputará un derbi la siguiente jornada, ante el Deportivo Alavés.