El líder pone la directa hacia el ascenso

Nàstic y Huesca se enfrentaban en la tarde del 23 de diciembre en el partido correspondiente a la vigésima jornada de la Liga 1/2/3. Los visitantes, claros favoritos en el encuentro por ser los líderes de la categoría, tuvieron un partido placido que dominaron de principio a fin.

El Huesca consiguió maniatar casi por completo a un Nàstic que, a pesar de jugar en casa, decidió ceder el balón a los visitantes y centrarse en intentar correr y dar rienda suelta a la velocidad con la que cuenta en ataque.

El líder de la categoría no quiso especular y comenzó desde el minuto uno mandando en el encuentro. La posesión era suya y sin prisa movía con agilidad el balón para tratar de encontrar el hueco que les diese la oportunidad de adelantarse en el marcador. Mientras, los locales se encontraban cómodos en la defensa posicional y tratando de matar a la contra con la velocidad de sus hombres de arriba.

Pasaban los minutos y el Huesca no cedía en su empeño por adelantarse, el equipo dirigido por Rubi quería los tres puntos a toda costa, para así acabar el año en cabeza. En el minuto 36, Dimitrievksi no conseguía atajar un disparo que se le escurría por debajo de su cuerpo y que se quedaba muerto dentro del área pequeña para que Chimy Ávila, en boca de gol, pusiera por delante a los Oscenses.

Tras adelantarse en el marcador, el Huesca se creció aún más y empezó a achuchar buscando el segundo para poder así cerrar el partido. La más clara fue un tiro en el tiempo de prolongación desde la frontal que rechaza a córner el portero local con una gran parada.

Nada más volver del descanso, en el minuto 46, Maikel tuvo una gran oportunidad para empatar el encuentro. Gran remate dentro del área pequeña de cabeza que fue interceptado con una dificilísima parada por Remiro.

En el 79, todo seguía igual, el cero a dos parecía más cerca que el empate, y así fue. Un córner botado desde la derecha se convertía en una jugada loca en la que el Huesca tuvo hasta cuatro remates. Uno despejado por el portero, otro salvado en la misma línea y otro un mal disparo, pero en el cuarto, Jair consiguió colar el balón entre la barrera de defensas que se encontraban dentro del área pequeña local y hacer así que el Huesca respirara aliviado, sabedor de que los tres puntos iban directos hacia El Alcoraz.

Cuando ya el partido estaba muriendo, el Nàstic consiguió ese deseado gol que ya no ponía remedio a la derrota. En el minuto 94, Maikel marcaba el gol del partido, no por su trascendencia pero sí por su belleza. Un centro a media altura desde la derecha conseguía conectar con Maikel que, con una bellísima volea, hacía el dos a uno final.