Caída de altura del Cerceda
Los buenos comienzos no implican buenos finales. Después de un buen estreno en la competición del Cerceda, que le sirvió para liderar la liga en la quinta jornada, llegó un bache de resultados que llevó al conjunto gallego a la penúltima plaza. La falta de gol, uno de sus principales problemas.
El Cerceda se estrenó en la competición después de un verano movido, ya que ocupó la plaza del CD Boiro, descendido por el impago de sus deudas. Con un reducido margen de tiempo para engrasar al equipo, la plantilla y el club se enfrentaban a un reto mayúsculo: debutar en Segunda División B con un plantel poco rodado y poco habituado a jugar junto.
Tito Ramallo encabezó el proyecto desde el banquillo. La liga empezó a andar en O Roxo, delante de su afición, pero el Navalcarnero frustró su debut, venciendo por un gol a cero. La siguiente jornada, el equipo rojiblanco sumó su primera victoria en el campeonato en casa del Guijuelo, gracias a un tempranero gol de Luariz.
A partir de ahí, el equipo consiguió tres victorias más ante el Pontevedra, Gimnástica Segoviana y Unión Adarve. A pesar de los problemas en el inicio de la liga, el equipo coruñés se repuso a base de trabajo, liderando la clasificación al finalizar la quinta jornada.
Y ese fue el principio de la caída libre del Cerceda: de la primera posición al penúltimo puesto de la tabla en 14 jornadas. Desde el 16 de septiembre no se lleva los tres puntos, y su bache de resultados es bastante profundo, sobre todo en las seis últimas jornadas, en las que encadena seis derrotas consecutivas.
El equipo rojiblanco es el equipo menos goleador del campeonato, con 12 tantos marcados en las 19 jornadas disputadas. Otra dinámica negativa del cuadro coruñés es que encajan goles muy temprano, lo que les obliga a batir la portería rival para conseguir, como mínimo, el empate, algo que no consiguieron en esos partidos.
Los dos encuentros en que los que más claro quedó la superioridad de su rival y la poca capacidad del Cerceda para hacer gol fueron contra el Atlético de Madrid B y el Sanse. En ambos partidos recibieron tres goles (dos en la primera parte) y los jugadores de Tito Ramallo apenas crearon peligro en la portería rival, por lo que no pudieron reducir la diferencia de goles, ni luchar por el partido.
En nueve encuentros los coruñeses no consiguieron hacer gol, y tan solo en dos consiguieron marcaron dos tantos. Contra la Gimnástica Segoviana les sirvió para llevarse la victoria, pero ante el Fabril se fueron con las manos vacías a pesar del esfuerzo.
Tras esta primera vuelta, en la que se vio lo mejor y lo peor del equipo, el Cerceda tiene muchas cosas que mejorar y trabajar para intentar salir del pozo. Durante las primeras jornadas ya demostraron que son capaces de sorprender a cualquier rival y que la categoría no les queda grande.