El 2017 del Albacete: del bronce a la plata
El Albacete Balompié comenzó el año 2017 siendo equipo de Segunda B y lo finaliza en la categoría de plata del fútbol español. Un año de varios cambios: el primero el de categoría tras lograr el ascenso a Segunda División; en segundo lugar, nuevos dueños en la entidad manchega y, por último, cambio de inquilino en el banquillo.
El Albacete Balompié comenzaba el 2017 siendo líder del grupo II de Segunda B. Había realizado una buena primera vuelta de competición y le sacaba cinco puntos al segundo clasificado. Así, en enero el conjunto manchego iniciaba la cuenta atrás para conseguir el objetivo de poder regresar al fútbol profesional tan solo un año después de su descenso de categoría. Para ello, lo primero era clasificarse entre los cuatro primeros de su grupo, y segundo ser campeón de grupo.
Una segunda vuelta muy irregular
La segunda vuelta de campeonato fue muy irregular, con un bajón importante en el equipo a partir del mes de marzo donde la fragilidad de la defensa marcó el devenir del equipo en esta segunda mitad de competición. Esa irregularidad del equipo, dirigido por José Manuel Aira, comenzó en el mes de marzo con la derrota en el Estadio de Gobela frente al Arenas de Getxo, a partir de ahí perdieron seis partidos de once que restaban para acabar la liga regular y en el entorno albaceteño se sembraron las dudas respecto a mantener el liderato del grupo y se cuestionó la continuidad del técnico. Fue en su visita al Estadio de Las Gaunas, a mediados de marzo, donde la debilidad de la línea defensiva quedó patente y en el que los manchegos dejaron escapar una renta de 0-4 para acabar pidiendo la hora y encajar tres goles en 45 minutos. A partir de ahí, volvieron a cosechar tres duras derrotas, la más significativa fue frente al Fuenlabrada en el Carlos Belmonte al encajar la mayor goleada de la temporada en casa (0-4).
En la penúltima jornada de la liga regular, el Alba se proclamó campeón del grupo II al ganar en Socuéllamos (2-4), así conseguía el billete para ascender de manera directa a la categoría de plata en caso de vencer a su rival en la fase de ascenso, uno de los otros tres primeros: Cultural Leonesa, Barcelona B y Lorca FC.
Largo camino para volver
La suerte a veces es caprichosa y el sorteo quiso emparejar a Albacete y Lorca para disputarse una de las dos plazas de ascenso directo. El primer partido de la eliminatoria se disputó en tierras albaceteñas y tras los primeros 90 minutos el resultado fue de empate a 1 con gol de Dani para los manchegos, con todo por decidir en el partido de vuelta en Lorca pero con ventaja para los lorquinos. El desenlace en el Artés Carrasco no fue el esperado para los manchegos, y tras empatar a 0 el Albacete no logró el ascenso en su primera oportunidad.
Al haber sido uno de los campeones de grupo, los albaceteños se reenganchaban a las eliminatorias de play off junto al resto de equipos clasificados por la vía larga. Así, el siguiente rival fue el Atlético Baleares. El partido de ida se disputó en las islas y el resultado fue de empate a 1, esta vez el Alba tenía una ligera ventaja gracias al gol de José Fran pero todo se decidiría en el Carlos Belmonte. Siete días más tarde y en una mañana plenamente veraniega se disputaba el desenlace de esta segunda eliminatoria. Tras los 90 minutos reglamentarios el resultado volvía a ser de empate a 1 obra de Aketxe. El partido se iba a la prórroga, donde a falta de tres minutos para el final Julio Prieto en propia puerta marcaba para los intereses manchegos y daba el pase para la fase final del play off.
El último escollo que el Albacete tenía que superar para ser equipo de Segunda División era el Valencia Mestalla. El gol de Eloy Gila en Mestalla en el partido de ida hacía soñar a los blancos, que veían la Segunda División un poquito más cerca. El desenlace sería en el feudo manchego a la semana siguiente. El encuentro acabó con empate a 0 tras los 90 minutos y hacía bueno el gol marcado en tierras valencianas. Así, el Alba volvía a ser equipo de Segunda tras estar un año en el «infierno» de la categoría de bronce.
Un verano de cambios
El verano para el Albacete fue de cambios. Tras el ascenso a Segunda División, en el mes de julio se anunció la venta de club a un grupo inversor llamado Skyline. En abril el presidente por aquel entonces, José Miguel Garrido, y que poseía más del 94% de las acciones, anunciaba que ponía en venta el club y que a finales de junio se marcharía.
Y así fue, la entidad albaceteña pasaba a manos de la empresa Skyline con George Kabchi como presidente. Los nuevos inversores decidieron que Aira siguiera llevando las riendas de la plantilla. Una plantilla renovada y reforzada en todas las líneas del campo, siendo hasta catorce las nuevas incorporaciones, entre ellos, Danny Carvajal, Quim Araujo, Néstor Susaeta, Jon Erice, Mariano Bíttolo o Esteban Saveljich, y la llegada de Roman Zozulya en el mes de septiembre. Pero también manteniendo a pilares fundamentales del ascenso como Tomeu Nadal, Rafa Gálvez, Carlos Delgado o Dani Rodríguez, entre otros.
Mal arranque y cambio en el banquillo
Nadie dijo que fuera fácil acoplarse a una categoría tan complicada e igualada como es la categoría de plata del fútbol español. Y eso fue lo que le ocurrió al conjunto manchego en el inicio de campeonato.
El debut del Alba fue frente al Granada, un recién descendido de Primera pero llamado a estar en los puestos altos de la tabla. El club manchego consiguió un valioso empate sin goles en un campo difícil. Pero las derrotas frente a Lugo y Nástic de Tarragona, además de la eliminación en Copa del Rey ante Osasuna, unido a la mala imagen del equipo sobre el terreno de juego comenzaron a cuestionar al técnico berciano. Entonces llegó la primera victoria en casa y de la temporada frente al Oviedo (2-1) y las dudas sobre la continuidad de Aira se disiparon momentáneamente.
Sin embargo, una semana más tarde, la abultada derrota para los albaceteños (5-1) en su visita a Los Pajaritos supuso el fin de la era José Manuel Aira, con un balance de una victoria, un empate y cinco derrotas en siete jornadas de La Liga 1|2|3.
Nueva era y fin de año con final feliz
El elegido para ser nuevo inquilino en el banquillo fue Enrique Martín, un técnico con experiencia en esta categoría. El navarro ha conseguido en dos meses que el equipo sea más competitivo y difícil de vencer, ya que solo acumula dos derrotas y como visitante ante rivales importantes y que luchan por el ascenso como son Osasuna y Cádiz. Además, ha conseguido hacer del Carlos Belmonte un fortín donde no conoce la derrota y suma cuatro victorias y tres empates.
Estos resultados se deben a la seguridad que el navarro ha transmitido a sus pupilos, además del cambio de sistema pasando a jugar 5-3-2, con una defensa blindada con tres centrales, con Tomeu Nadal siendo el guardián de la portería, con Suaseta y Dani liderando la medular y Zozulya en la delantera, siendo el pichichi del equipo con siete tantos.
Lo que realmente se les ha resistido a los blancos ha sido la primera victoria como visitante y no ha sido hasta el último partido de este 2017 cuando los manchegos lograron la tan ansiada victoria lejos de su estadio ante el FC Barcelona ‘B’ (0-1). Esta victoria fue el broche final para cerrar el año con 25 puntos, de los cuales 21 han sido conseguidos en la era de Martín Monreal. Así, los albaceteños se encuentran en mitad de la tabla (13ª posición) con cinco puntos por encima de los puestos de descenso y a nueve de los play off, algo difícil de creer tras el mal comienzo en la competición.
Un deseo para el 2018
El Albacete concluirá la primera vuelta de la liga regular en su estadio frente al Tenerife, y un buen regalo de ‘Reyes’ sería una victoria para iniciar el 2018 con buen pie.
Pero sin lugar a dudas, el principal deseo para el conjunto albaceteño al llegar al mes de junio sería conseguir la permanencia en la categoría de plata, aunque viendo la trayectoria ascendente de los de Enrique Martín no sabemos donde tocarán techo a final de temporada.
Por @Mar90rg