Ya hace poco llegó la navidad a nuestros hogares, así como el final de la primera vuelta futbolera. Los seguidores del Athletic Club habrán recibido regalos de sus seres queridos, pero no muchos de su club querido. Precisamente la ausencia de regalos con etiqueta rojiblanca es algo que hay que valorar y también que pedir para el próximo año.
En lo que a la liga se refiere, la situación es mala, pero no horrible como se antojaba hace un par de jornadas. Una 12º posición parece confortable tras el rendimiento ofrecido hasta ahora. El Athletic no está lejos de Europa, pero tampoco del descenso. De todos modos, es mucho menos de lo que este equipo aspiraba a lograr, aunque existe la posibilidad de que el rumbo se enderece y que el objetivo se cumpla, de manera poco ortodoxa, pero que se cumpla. La regularidad es clave en la liga, y eso implica regularidad en el juego individual y colectivo, lo que está en manos de los jugadores y el entrenador.
Qué decir de la copa. La eliminación copera frente a un equipo de 2ºB forma parte de la historia negra, no solo de esta competición, sino de toda la historia de un club que el año que viene cumplirá 120 años. Dos partidos de auténtica lástima, con un desenlace que ni los más expertos en fútbol podrían haber previsto.
El único regalo que ha traído el club rojiblanco ha sido la clasificación para la siguiente ronda de la Europa League que, casualmente, cualquiera que no haya visto los partidos del club en la fase de grupos, podría considerar positiva. Clasificados como primeros de grupo, aparentemente con solo un par de lunares (dos empates y una única derrota). Clasificados y a la espera del encuentro contra un rival, el Spartak de Moscú, que arrastrará un estado físico de absoluta incógnita.
Eso está por ver, pero más allá de imagen ofrecida en el campo, el Athletic lleva los últimos años ofreciendo su regalo en las competiciones europeas, que siempre se le han dado peor. En los últimos 20 años, el Athletic ha conseguido clasificarse 9 veces (más allá de la caída en la previa contra el Ecomax en la temporada 05-06) para la fase de grupos de una competición europea. Esto significa un promedio de una participación cada dos temporadas, dato que podría ser mejorable, aunque en realidad no está mal para un club de estas características.
Desde la participación europea en la temporada 97-98 con Luis Fernández en el banquillo, hasta esta última con Ziganda, el Athletic ha conseguido superar las previas (no sin apuros), menos la ya mencionada frente al club rumano. Esta temporada, tocaron el Dinamo Bucarest, eliminatoria en la que en la ida sufrió apuros; y el Panathinaikos, en la que también la ida trajo complicaciones, pero con un 2-0 en contra que resultaba pésimo para la vuelta. Sin embargo, el club fue capaz de llevar a cabo una remontada espectacular en apenas cinco minutos, logrando clasificarse una vez más para la segunda competición continental. En las anteriores ediciones se sucedieron las siguientes eliminatorias:
1998-1999 | Dinamo Tiflis 2-1 Athletic | Athletic 1-0 Dinamo Tiflis |
2004-2005 | Trabzonspor 3-2 Athletic | Athletic 2-0 Trabzonspor |
2005-2006 | Ecomax 1-0 Athletic | Athletic 1-0 (3-5) Ecomax |
2009-2010 | Athletic 0-1 Young Boys | Young Boys 2-1 Athletic |
Athletic 3-2 Tromso | Tromso 1-1 Athletic | |
2011-2012 | Athletic 0-0 Trabzonspor | Trabzonspor 0-3 Athletic |
Athletic 3-1 Slaven | Slaven 2-1 Athletic | |
2012-2013 | Athletic 6-0 HJK | HJK 3-3 Athletic |
2014-2015 | Nápoles 1-0 Athletic | Athletic 3-1 Nápoles |
2015-2016 | Athletic 2-0 Inter Bakú | Inter Bakú 0-0 Athletic |
Zilina 3-2 Athletic | Athletic 1-0 Zilina | |
2017-2018 | D.Bucarest 1-1 Athletic | Athletic 3-0 D. Bucarest |
Panathinaikos 2-3 Athletic | Athletic 1-0 Panathinaikos |
A partir de cada una de esas eliminatorias, el rendimiento del equipo en cada edición fue dispar (1-7 frente al Standard Lieja, final 2012, Champions League 14-15, eliminación frente al Apoel Nicosia), pero en general fue satisfactorio. Este año también existe la posibilidad de llegar lejos y de lograr recuperar el honor perdido en copa. Eso está en manos del equipo, que tiene que llegar lejos para que la balanza pueda equilibrarse.
Por @fido_95
2017: La montaña rusa del Athletic – Primera parte – Segunda parte