El año llega a su fin y es momento de echar la vista atrás y repasar lo acontecido. En el caso del Atleti Ba el 2017 será recordado por la consecución del ascenso a la Segunda B, un reto conseguido y una nueva etapa en la que el filial colchonero está haciendo méritos para que no sea flor de una temporada.
Un ascenso a base de trabajo
Un ascenso no es fácil y el Atlético lo sufrió y peleó hasta el final. El año comenzaba con la jornada 19. En ella se cosechó un victoria 1-2 ante Alcobendas. Tres puntos que suman 37 y que valían un liderato. Un liderato que se disputó durante varias jornadas con el Móstoles y el Unión Adarve.
Se vivió un bajón que llevó al equipo a abandonar el Playoff en la jornada 26 colocándose quintos. A partir de ahí comenzó la remontada y se volvió a la disputa con Unión Adarve y Móstoles. Se regresó al liderato en la jornada 33 y ya no se soltaría. Se acabó 1º con 75 puntos.
Un puesto que permitía luchar por el ascenso por la vía rápida, y así fue. El rival fue la Gimnática Torrelavega. El 21 de mayo se jugó el primer partido, a domicilio, y se venció 0-1. El ascenso se consumaría en casa con un triunfo por 2-0. Ya se era equipo de bronce.
Llegada al bronce para quedarse
Con una de las plantillas más joven del Grupo, se encaraba una temporada en la que conseguir la salvación era el objetivo principal. Los rojiblancos han vivido un inicio de curso a rachas. En las 19 jornadas disputadas, el Club Atlético de Madrid B ha ganado 3 partidos como local ante la Gimnástica Segoviana, Cerceda y Ponferradina; y 3 como visitante ante el Real Valladolid B, Coruxo y el últimio del año ante el Pontevedra. En cuanto a empates, ha repartido los puntos en 5 partidos como local, ante el Celta B, Racing de Ferrol, Rayo Majadahonda, Talavera y ante el Guijuelo; y 4 como visitante, ante Unión Adarve, Rápido de Bouzas, Real Madrid Castilla y con el Navalcarnero. Todo era puntuar hasta la jornada 7 en la que encadenaron tres derrotas consecutivas ante Toledo, Fuenlabrada y UD Sanse. A esas derrotas se suma la cosechada en Abegondo ante el Fabril.
Un balance de resultados que hacen acabar el año a los colchoneros en el puesto octavo con 27 puntos. Habitualmente se fija la permanencia en torno a los 45-46 puntos por lo que los rojiblancos han hecho la mitad de los deberes en la primera vuelta. Toca ahora pensar en un 2018 en el que acabar bien el trabajo realizado y demostrar que llegaron al bronce para quedarse.
El año empezará con partido ante la Gimnástica Segoviana a domicilio. La cuesta de enero la completan Unión Adarve y Valladolid B en casa y se cierra el mes con el Celta B a domicilio. Un inicio de un 2018 en el que luchar por la salvación y, porqué no, soñar.