El año 2017 de la UE Llagostera: Del casi oro a suspirar por el bronce
Un año para olvidar. Así se podría definir el 2017 para la UE Llagostera. El descenso a Segunda ‘B’ después de dos cursos en la división de plata fue duro. La aclimatación de la plantilla, prácticamente dos plantillas nuevas en la temporada y media del regreso a la división de bronce, el cambio forzoso de escenario para disputar sus partidos, el paso atrás dado por el técnico que llevaría al club a sus cotas más altas desde su fundación y el poco apoyo mostrado por sus aficionados, sobretodo esta temporada en su regreso al Municipal de Llagostera, dan como resultado un futuro incierto para este pequeño club de la Costa Brava que rozó el oro.
El fútbol parece haberle concedido todo lo que le podía conceder a la UE Llagostera. Después de más de diez temporadas superando todos los límites que le pondría el deporte rey al conjunto catalán en su camino, el regreso a la Segunda B esta siendo un auténtico calvario. Para algunos «todo un merito mantenerse en esta categoría». Pero la verdad es que el conjunto llagosterense no ha tenido un 2017 fácil. La pasada temporada la salvación no llegaría hasta la penúltima jornada liguera, a pesar de la derrota contra el CE Hospitalet (1:0) la combinación con demás resultados daban al conjunto dirigido por Oriol Alsina la posibilidad de continuar una temporada más en la categoría de bronce.
Los inicios en esta temporada tampoco están siendo nada halagüeños y el equipo sigue inmerso en una irregularidad que no le permite ahuyentar los fantasmas de la pasada temporada. El paso atrás que daría Oriol Alsina para dedicarse a otros asuntos dentro del club blauivermell, le daban la oportunidad a su segundo entrenador durante la pasada campaña Óscar Álvarez de entrenar al conjunto llagosterense y así iniciarse en esta nueva etapa de su carrera futbolística.
El técnico barcelonés se hacía cargo de una plantilla prácticamente nueva después de la diáspora de jugadores durante el mercado estival. El cambio de escenario para la nueva temporada, la UE Llagostera volvía después de tres temporadas en el Estadio Palamós-Costa Brava al Municipal de Llagostera, y las limitaciones del poder económico del club dirigido por Isabel Tarragó llevarían a la entidad llagosterense a un cambio forzoso del perfil que había adoptado el club durante las últimas temporadas.
Cinco derrotas, dos victorias y tres empates, nueve puntos es el bagaje conseguido en el Municipal de Llagostera por parte del conjunto blauivermell. Pobre botín en una categoría donde los encuentros en casa son vitales para conseguir el equilibrio suficiente para estar alejado de los puestos de descenso y más bien cerca de la parte alta de la clasificación. Con 19 puntos a estas alturas de campeonato la UE Llagostera empeora el registro de la pasada temporada. A pesar de mantenerse en la misma posición, 14º en la tabla, los hombres de Óscar Álvarez están dos puntos por debajo del registro de la pasada temporada (21 puntos).
Un 2018 con una obligación: Mejorar sus números
Con medio campeonato por disputarse, el conjunto gerundense deberá poner el hilo en la aguja y mejorar sensiblemente sus números sobretodo en su propio feudo. Con el mercado invernal a la vuelta de la esquina todo hace pensar que el conjunto catalán podría aprovechar alguna circunstancia para incorporar algún jugador que pueda activar una mejoría en la dinámica del conjunto. En este aspecto el club espera poder disponer de Álex Colorado. El medio jerezano, lesionado desde prácticamente mediados de la temporada pasada, sería sin duda una respuesta muy válida para el mediocampo llagosterense.
La UE Llagostera volverá a suspirar para conseguir el bronce y dejar atrás un 2017 convulso tanto en el aspecto deportivo como en el social. La mala marcha del equipo y las características de una afición muy sensible a los cambios y a las opiniones, hacen de esta temporada una de las más atípicas de los últimos años. Bueno es decir aquello de que este deporte tiene «mala memoria».
