Tras la inmerecida derrota del Valencia CF en Mestalla (0-1) contra el Villarreal, el equipo blanquinegro acaba el curso 2017. Un año por parte del equipo ché donde ha tenido muchos altibajos, y que a continuación vamos a ir desgranando poco a poco.
Todo ésto comienza en el año 2014, con la llegada de Peter Lim al equipo valencianista, después de comprar el club. Fichajes de jugadores que no dieron la talla, muchos representados por Jorge Mendes. Entrenadores que salvo alguna excepción, parecían que estaban formando parte de un concurso televisivo para darse a conocer (Gary Neville). Otros entrenadores cuya especialidad no es precisamente entrenar (Pako Ayestarán)…
Y es que desde que aterrizó Peter Lim han dirigido al club blanquinegro 6 entrenadores (contando a Marcelino). Y de todos ellos sólo Voro, la primera temporada de Nuno y Marcelino han demostrado tener nivel suficiente para dirigir a un equipo al que siempre se le exige mínimo Europa League.
Tras la exitosa primera temporada de Nuno, las dos siguientes de Peter Lim como máximo accionista fueron bastante caóticas. La temporada pasada y la anterior el equipo luchaba por evitar el descenso a Segunda División. Además de haber problemas en lo deportivo, también los hubo en lo extradeportivo, con jugadores creando problemas en el vestuario e incluso con la afición. Jugadores que se borraban, otros en polémicas y otros con tanta inexperiencia como Cancelo, quién curiosamente ahora está deseoso por volver y Diego Alves, con quien la grada se encaró más de una vez.
Todo esto anticipa a un año 2017 en el que el equipo era demasiado vulnerable. Los jugadores no metían la pierna, hacía aguas en defensa por todas partes y con media ocasión le marcaban al menos 2 goles con una facilidad pasmosa impropia de un equipo de Primera División. No le funcionaban las cosas, se veía a algunos jugadores mostrar una apatía que indignaba a la afición. Pero esta apatía no solo estaba mostrándose en Liga, donde finalmente acabó 12º en la tabla, y gracias. Gracias a Voro, que ha salvado al club en más de una ocasión y en esta última no fue menos. Duele decirlo así, pero la realidad es que el Valencia era un equipo que deambulaba por el campo sin pena ni gloria. De no ser por las paradas de el encomiende trabajo de Voro, quien sabe donde hubiera terminado el conjunto de Mestalla.
Todo lo anterior era demasiado para un equipo acostumbrado a mirar cotas más altas. Y todo se trasladó también a la Copa. En la competición copera también llegó el bochorno con resultados como el 1-4 frente al Celta en Mestalla. El resultado lo decía todo, y además fue totalmente merecido. Lo único positivo era un nombre propio, y ése era Carlos Soler. Después de la temporada desastrosa, el equipo hizo una limpieza importante en el vestuario en verano. Se fichó a Neto, consiguió las cesiones de Guedes y Pereira. Se fichó a Kondogbia, Gabriel Paulista, Jeison Murillo y Maksimovic.
En general, y estando apunto de acabar la primera vuelta de la temporada actual, Kondogbia es un seguro en el medio defensivo. Murillo y Paulista son centrales que dan un gran nivel. Neto está haciendo una muy buena temporada. ¿Guedes? ¿Qué decir de Guedes? Uno de los mejores fichajes de la temporada y que hace lamentar al aficionado ché que solo sea cedido. Andreas Pereira está cumpliendo y aunque a Maksimovic no se le está viendo, los fichajes están rindiendo.
Además Marcelino está dado oportunidades a los canteranos. Al ya mencionado Carlos Soler, Nacho Vidal, Nacho Gil e incluso ha llegado a jugar minutos Ferrán. Actualmente el Valencia va tercero y está siendo un equipo bastante rocoso. A pesar de que este último solo se hayan podido conseguir tres de los últimos doce puntos posibles, siempre ha estado dentro del partido luchando por la victoria en estas derrotas. Todo ello anticipa un 2018 que se presume ilusionante, pero en el que se debe comenzar con el mejor pie. Esto es ganando al Girona y confirmando las sensaciones de los últimos meses.
Síganme en @vbasketl