Tsunami en Tenerife

Llegaba el derbi canario más tarde que nunca en la Liga Endesa. Ambos equipos venían de perder sus últimos partidos, y el Gran Canaria de caer tras tres prórrogas en Eurocup. Al descanso estaba planificada una lluvia de peluches solidaria. Pero no solo llovieron peluches. Para cuando empezaron a caer peluches de las gradas, el Iberostar Tenerife ya había anotado 12 triples de 17 intentados. El resultado de esto fue una segunda parte sin emoción alguna, con una diferencia constante de 20 puntos.

Los principales artífices de esta paliza en Tenerife fueron Davin White y Javi Beirán. El primero se fue hasta los 23 puntos, con 4 triples y 4/7 en T2. Mientras, el español anotó 16 puntos con un increíble 4/6 en triples. Pero no fueron los únicos. Mike Tobey (15), Vasileiadis (13) o San Miguel y Bassas con 6 asistencias cada uno resultaron claves también. Por parte del Herbalife, muy poquita cosa. En la primera parte se quedaron todos en el vestuario, pero en la segunda ya aparecieron Eriksson (20) y Rabaseda (18), aunque muy tarde claro.

Al inicio del partido, partía como favorito Gran Canaria, ya que Tenerife seguía sin contar con Ponitka. Pero estaba claro que esto no les iba a importar a los de Katsikaris. Balón que tocaban Beirán y White, balón que acababa en la red sumando 3 puntos. Solo en este cuarto anotaron 3 triples cada uno, además de sendas asistencias alimentando a Tobey.

En Gran Canaria se resistían por el momento. Eulis Báez desde el rebote, y alguna buena canasta de Eriksson impedían que la distancia aumentara de los 8 puntos. La baja de Oliver, provocó que Oriol Paulí tuviera que jugar bastantes minutos de base, que fueron más de los esperados por la mala actuación de Mekel.

En el segundo cuarto se continuó la obra maestra del primero. A Beirán y White se unió Vasileiadis con 3 triples y Mike Tobey con otro más. Además White dejó de tirar triples para empezar a producir desde su espectacular 1×1. Pero la cosa no iba solo de meter canastas. El Herbalife se vio incapaz muchas veces de llegar hasta el aro, y de hecho, apenas anotó dos o tres canastas que no fueran tiros libres. La diferencia en este cuarto se consolidó, llegando hasta los 25 puntos (55-30).

Reanudado el partido, Casimiro decidió jugársela con Eriksson. Todos los balones iban para el sueco, sin embargo, este tenía la pólvora completamente mojada. No fue hasta el final del cuarto, cuando anotó dos triples consecutivos, pero ya no había nada que hacer. Los últimos 15 minutos fueron los clásicos cuando un partido está medio acabado. El Gran Canaria intentándolo, pero absolutamente incapaz de reducir las distancias.

Así, el Tenerife cierra el año más exitoso de su historia, con una abultada victoria contra su máximo rival.

Twitter: @JorgeLafuent4