Lewis Hamilton ha decidido quitarse de enmedio, desaparecer temporalmente, o quizás por más tiempo, y ha borrado parte de su pasado en las redes sociales, donde ha sido uno de los personajes más activos en los últimos años, y en las que ha canalizado buena parte de su respaldo publicitario.
Los motivos se desconocen, aunque su reciente vapuleo público tras regañar a su sobrino por vestirse de princesa en Nochebuena, tal y como se pudo ver en Instagram, ha podido ser el catalizador de esta decisión tan drástica, ya que las críticas no han cesado ni siquiera tras disculparse, al siguiente día, públicamente.
En total, casi 11 millones de seguidores del tetracampeón británico (5.7 en twitter y 5.2 en Instagram) se ven privados de momento de las andanzas y pensamientos de su ídolo, Lewis Hamilton.
Así, los dos últimos meses de su vida en twitter han pasado a mejor vida, y en Instagram, donde sube imágenes más íntimas, ha desaparecido por completo cualquier imagen. Facebook por ahora se salva de la espantada del piloto inglés.