Se acaba el 2017… un año que quedará grabado en la memoria del celtismo. Alegría, orgullo, afouteza, euforia, tristeza… han sido muchas las emociones vividas durante estos 365 días.
Empezó el año con un mes de enero repleto de partidos coperos. Tras eliminar al Valencia, el Celta se impuso en el Santiago Bernabéu y se clasificó para semifinales de la Copa del Rey eliminando a un Real Madrid que cuajó una de las mejores temporadas de su historia. Después llegaron esas semis ante el Alavés. Tras un partido de ida en Balaídos que finalizó sin goles y estuvo marcado por el mal tiempo, el Celta estaba a tan solo 90 minutos de conseguir volver a una final. Sin embargo, un mal partido del conjunto gallego, que terminó con gol de Edgar en el 81’, decantó la eliminatoria a favor de los vascos. Gran decepción para todo el celtismo, que veía cerca la anhelada final.
Sin tiempo para lamentaciones, la semana siguiente a la dura eliminación copera volvía la Europa League. Competición en la que el conjunto de Eduardo Berizzo brilló, vivió momentos inolvidables e hizo soñar y disfrutar a toda su afición. El penalti sobre Guidetti que transformó Iago Aspas forzando la prórroga en los últimos minutos ante el Shakhtar y el gol de Cabral en el 108’ que dio la clasificación al conjunto celeste. Las victorias ante el Krasnodar, anotando dos goles tanto en Balaídos como en el frío ruso. La eliminatoria ante el Genk, en la que un Celta serio y jugando un buen fútbol se clasificó por primera vez en su historia para unas semifinales de competición europea. Y estas fueron, nada más y nada menos, que ante el Manchester United.
Vigo se vistió de gala para la ocasión, para enseñarle a Europa el significado de la palabra “afouteza”, para brillar en esa cita con la historia. Pese a caer por 0-1 en Balaídos, el celtismo confiaba en la remontada. Arropado por los 2600 seguidores desplazados a Old Trafford, el conjunto gallego disputó un gran partido y estuvo a tan solo un gol de lograr una plaza en la final. Se adelantaron los ingleses con gol de Fellaini (min. 17), pero Roncaglia logró el empate en el 85’ y, en la última jugada del encuentro, los gallegos rozaron el gol de la remontada. Beauvue y Guidetti tuvieron la ocasión de anotar el gol soñado, de enmudecer y teñir de celeste el teatro de los sueños. Pero no pudo ser. Por segunda vez en tan solo cuatro meses se le volvió a escapar al Celta una plaza en una final. Se le escapó tras haberla “tocado” con la punta de los dedos.
Con la atención centrada en la Copa del Rey y la Europa League, que tanta ilusión habían generado, el Celta pasó más desapercibido en el torneo liguero. Los vigueses se situaron a mitad de tabla durante toda la segunda vuelta, dando minutos, en muchos partidos, a los jugadores menos habituales y finalizando la temporada con 45 puntos en décimotercera posición. El equipo estuvo liderado por Iago Aspas que, gracias a los 19 anotados, consiguió el trofeo Zarra 2016/17.
Tras una brillante temporada, en mayo, el club olívico indicó que Eduardo Berizzo no seguiría siendo el entrenador del equipo celeste para la próxima campaña, ya que no se llegó un acuerdo para la renovación de su contrato. Esta noticia dolió a la mayoría del celtismo, pues se iba el entrenador con el que tanto habían disfrutado los últimos años, el que les enseñó a soñar bajo su lema de que “las cosas, para que sucedan, primero hay que soñarlas”.
Juan Carlos Unzué era el entrenador elegido para dirigir al equipo la próxima temporada. Conocedor del club y de la ciudad, tras el año que estuvo dirigiendo al equipo de la mano de Luis Enrique. En el mercado veraniego también se incorporaron cuatro jugadores a la plantilla celeste y, todos ellos, están teniendo un papel bastante relevante: Maxi Gómez, que empezó la temporada anotando gran cantidad de goles y consiguió un puesto en el once inicial; Jozabed Sanchéz, que había llegado a Vigo a principios de año en calidad de cedido; Stanislav Lobotka, que también se ganó un puesto en el once y que está maravillando con su buen juego en el centro del campo celeste; y Emre Mor, que pese a haber gozado de pocos minutos enseña su gran talento cada vez que sale al césped.
La temporada empezó con altibajos para el conjunto celeste. Cuajaron buenas actuaciones ante equipos como Las Palmas, Valencia o Barça y también partidos en los que la imagen del equipo no fue muy buena. El conjunto de Unzué está teniendo una gran pegada y ha anotado gol en 17 de los 19 encuentros disputados. Sin embargo, tan solo ha conseguido mantener su portería a cero en 4 encuentros, por lo que el aspecto defensivo sigue siendo uno de los aspectos a mejorar. Se presume el posible fichaje de un central en este mercado de invierno.
En el parón navideño el equipo se encuentra en el puesto número 11 de la tabla clasificatoria, a 6 puntos de los puestos europeos y otros 6 por encima del descenso. El último partido fue el derbi gallego en el que el conjunto olívico se impuso por 1-3 al Deportivo. El comienzo de año que le espera a los celestes es de vértigo, enfrentándose a Barça (por partida doble, en la Copa del Rey) y a Madrid (en Liga) en tan solo una semana.
Tiene Unzué un gran reto por delante, con un plantilla con potencial y que puede llegar a hacer cosas importantes, para que el celtismo continúe viviendo una de las mejores épocas de su historia. Como dijo el Toto hay que seguir soñando e intentando tirar la puerta, para poder derrumbarla algún día y conseguir esa anhelada final que tan cerca ha estado en este 2017.