Los zurdos del Manchester City
La primera mitad de temporada del Manchester City está siendo muy bien valorada por analistas y seguidores merced a un estilo ya mejor implantado por Pep Guardiola y un rendimiento superior a sus rivales principalmente guiado por un ataque muy productivo. En sus choques, asume la posesión de balón y la utiliza para someter a sus rivales y atacar con continuidad, siendo el equipo que más genera, con diferencia, en la Premier League. Pero, lo que más impresiona del desempeño ofensivo de los de Pep ya no es la cantidad, sino las diferentes vías y opciones que tienen para llegar al área. Variedad y versatilidad siempre acompañadas por velocidad y precisión. La verdad es que el City da la impresión de ser un conjunto preparado para, al menos competir al máximo nivel.
En el partido contra el Arsenal de la última jornada de Premier destacaron dos jugadores, siendo ellos los principales responsables de los goles de su equipo. Los dos zurdos, los dos incisivos pero con aptitudes e intenciones muy diferenciadas: David Silva y Leroy Sané. Los dos cargando la banda izquierda, se asocian tanto a través del balón como del movimiento, creando espacios para ellos mismos y siendo fuente constante de desborde ante la defensa rival.
Silva siempre ofrece el mejor pase de su equipo. Primero, alternándose con Kevin de Bruyne, baja unos diez metros para ayudar a Fernandinho en la salida de balón. Después, ya instaurado en tres cuartos de campo contrario, se acuesta en la izquierda para elegir a través de su fino pase entre un abanico de opciones formado por unos compañeros que se mueven de forma armónica y muy coherente tácticamente hablando. Kun Agüero para la ruptura y el apoyo, Sané para la profunidad y la pared a su izquierda y, cargando el otro ala, Sterling hacia dentro y De Bruyne hacia fuera para ser un puñal desde la derecha. El español es, a su manera, muy punzante para la defensa rival. Una manera, como decía, opuesta a la del alemán, aunque de forma complementaria. Sané desborda con una naturalidad y finura que le dan una vistosidad imponente a la vez que decisiva. Leroy sabe dónde están sus compañeros para asociarse con ellos y, a la vez, sabe orientarse con respecto al rival para encararle e inevitablemente superarle con una primera marcha muy potente. Todo para finalmente ser capaz de asistir al delantero en ventaja gracias a su pase tenso y venenoso. Guardiola tiene en ese lado un filón para condicionar al rival, una banda que funciona y decide y que además es potencialmente mejorable cuando el carrilero titular, Benjamin Mendy, pueda sumar algo más a esta fascinante pareja.