El feliz cumpleaños de Anuar
Con sus 23 años recién cumplidos, el ceutí está siendo una de las revelaciones de las últimas jornadas
Anuar Tuhami ha llegado por fin y esta vez parece que para quedarse definitivamente. Está dejando de ser extraño ver al canterano en los onces de Luis César y lo mejor es que este menudo mediocentro de origen ceutí está respondiendo a las expectativas puestas en él. Sin embargo, el camino de Anuar para hacerse un hueco en la primera plantilla del Real Valladolid no ha sido fácil ni mucho menos. Con el cartel de eterna promesa colgado al cuello, con 23 años recién cumplidos y tras diez en el club, por fin comienza a sentirse importante.
Anuar nació en Ceuta un 15 de enero del 95 y con 13 años ingresó en las categorías inferiores del club blanquivioleta despuntando en cada una de ellas por su calidad y clase. Sin embargo, el paso final, el más difícil es el que se le ha atragantado y, desde que debutara en 2014 en Copa de la mano de Rubi, sus apariciones con el primer equipo han llegado con cuentagotas. Aquel día contra el Girona, Anuar sustituyó a Álvaro Rubio cuando en el club se veía al canterano como el recambio natural del riojano que, verano tras verano no se encontraba en el mercado. Quizá la responsabilidad tan grande de cubrir al eterno capitán pesó más sobre sus entrenadores que sobre el propio jugador que siempre apelaron a la juventud del chaval para no otorgarle más oportunidades.
A partir de aquel debut, Anuar se convirtió en uno de los canteranos más habituales en los entrenamientos del primer equipo mientras era uno de los jugadores destacados del filial en segunda B; pero tuvo que esperar hasta año y medio para estrenarse con el primer equipo en liga. Fue durante la tormentosa temporada 2015-2016 en la que el Real Valladolid contrataba a Alberto López como técnico para tratar de salvar al equipo del descenso a segunda B tras los fracasos de Gaizka Garitano y Miguel Ángel Portugal. Quedaban siete jornadas para la finalización del campeonato y en el primer partido en el que el irundarra se sentaba en el banquillo se produjo el esperado debut de Anuar en liga y las sensaciones fueron muy buenas hasta el punto de que se le destacó como uno de los mejores aquel día en los 23 minutos que disputó. Inexplicablemente Anuar no volvió a tener minutos aquella temporada y, en la pasada temporada aunque continuó entrenando con el primer equipo a diario, apenas disputó un par de partidos y se rumoreó en varias ocasiones con una posible cesión ya que desde la dirección deportiva se pensaba que la segunda B se quedaba pequeña para el septense.
La presente temporada comenzó con Anuar realizando la pretemporada como jugador del primer equipo a todos los efectos contando con la confianza de Miguel Ángel Gómez pero, a medida que se acercaba el inicio de la liga y Luis César no refrendaba tal fe en él, su nombre sonaba con fuerza con destino a algún otro club de segunda o segunda B con el objetivo de engordar su estadística de minutos; finalmente no se dio la operación esperada y Anuar permaneció en la primera plantilla. Durante los primeros partidos el técnico gallego solo le entregó algunos minutos ante la Cultural Leonesa además de partidos de Copa. Sin embargo, la sanción de larga duración de Luismi permitió a Anuar debutar como titular ante el Alcorcón y disputar cinco encuentros consecutivos tras los que volvió al banquillo.
Tras esperar algunas jornadas, la oportunidad ha vuelto a llamar a la puerta del canterano y, su buen hacer, le ha convertido en un fijo en las últimas alineaciones de Sampedro en las que poco a poco va demostrando todo su potencial y sus grandes cualidades: trabajo incesante, gran recorrido, presencia física, y calidad en el pase. Además su gran capacidad para llegar al área rival siendo en teoría un medio de contención hace que con el nuevo sistema de Luis César sea cada vez más importante, de hecho anotó su primer gol en liga ante el Zaragoza el pasado mes de diciembre.
Anuar por fin ha llegado y parece que esta vez (esperemos) es para quedarse. El Real Valladolid debe apostar por un jugador como él ya que, si nada se tuerce y las lesiones lo acompañan, tenemos mediocentro para muchos años. De momento la renovación llevada a cabo hace unos meses es ya una declaración de intenciones. Suerte.