Jaume, el héroe ché en Copa

El Alavés llegaba al partido de vuelta de estos cuartos de final de la Copa del Rey con el objetivo de superar la desventaja del 2-1 cosechado frente al Valencia en Mestalla. Mendizorrotza se vestía de gala para recibir uno de los partidos más importantes de la temporada. Abelardo tenía las bajas de Manu García y Burgui, dos jugadores importantes, que no consiguieron recuperarse a tiempo para el encuentro. El conjunto ché, en cambio, venía con un resultado, a priori, positivo, pero no podía fiarse ya que ese gol del Alavés en Mestalla podría cambiar el rumbo de la eliminatoria. Marcelino contaba con las bajas de Carlos Soler y Murillo, ambos por lesión.

El partido comenzaba con un Alavés volcado al ataque. Mendizorrotza empujaba a los suyos. Tenía pinta de que iba a ser un partido grande. El equipo local se hizo con el dominio del encuentro en los primeros minutos, al Valencia le costaba mantener el ritmo y se veía superado por un Alavés que presionaba de manera abundante la salida de balón del equipo visitante. En el ecuador de la primera parte, el defensa central del conjunto ché, Gabriel Paulista, se marchaba lesionado. Entraba en su lugar Garay. Ningún equipo dispuso de una ocasión clara, en una primera parte en la que los porteros, Jaume y Sivera, no tuvieron casi trabajo.

La segunda parte comenzó de forma contraria a la primera, esta vez era el Valencia el que salió con ganas y con el objetivo de dominar y coger las riendas del partido. Un balón al larguero de Kondogbia sembró el temor en las gradas de Mendizorrotza. A pesar de ello, al Alavés, que estaba por debajo de la eliminatoria, no le quedaba otra que ir a por todas, y así fue. El equipo local contó con numerosas ocasiones hasta que, un centro al área, era rematado por Munir, que batía a Jaume con un remate muy ajustado al palo. La eliminatoria daba un giro y ahora era el Valencia el que necesitaba un gol para sellar el pase. Marcelino daba entrada a Santi Mina que, posteriormente, pondría el 1-1 en el marcador tras un buen disparo raso imposible para Sivera. El partido se volvió loco. Ida y vuelta por parte de los dos equipos. Hasta que, Sobrino, en el minuto 86, mandaba un balón muy difícil al fondo de la red y empataba la eliminatoria para el Alavés. El partido acababa así, nos íbamos a la prórroga.

Llegábamos al tiempo extra y el ritmo del partido, lógicamente, bajó. Los jugadores de ambos equipos se encontraban con las energías gastadas. Tan solo dos ocasiones por parte de Rodrigo Moreno, que estaba fresco ya que había sido suplente, hicieron levantarse a los pocos aficionados del conjunto ché que había en el estadio. La eliminatoria parecía que se iba a decantar en los penaltis, y, efectivamente, así fue.

Tras un partido de infarto, todo se iba a jugar a la lotería. 5 penaltis por cada equipo. Jaume y Sivera bajo palos. Pina era el encargado de tirar el primer penalti de la tanda para el Alavés y no lo falló. Rodrigo tampoco. Fueron Pedraza y Hernán Pérez los que fallaron sus respectivos penaltis y hacían creer al conjunto valenciano. Kondogbia falló para el Valencia y, en el penalti decisivo, Sobrino mandaba el balón a las nubes y daba el pase a las semifinales al Valencia.