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Maravillas animadas de ayer y hoy presentan…

"Tranquilos, hay dibujos para todos!" Imagen vía Athletic Club

El horror. El partido de ayer fue otra gota más que colma un vaso de vergüenza ajena por un equipo sin liderazgo, sin alma y tácticamente desastroso. La SD Éibar pudo llevarse los tres puntos, pero su escasa puntería salvó a San Mamés de otra zozobra en cuanto a resultado. No es que se les exija jugar un fútbol de dibujos animados, pero no jugar como hacen ahora es de espanto. Hoy daremos un poco de color al negro panorama del equipo con un 1×1 del partido de ayer dedicado al mundo animado.

Herrerín (5) El Pato Lucas: Tras saber que Bugs Bunny no se va a Hollywood, sabe que su oportunidad de brillar se ve reducida en el tiempo. Hizo lo que pudo e incluso evitó que se añorara al actor principal, pero poco pudo hacer ante el desastre que vio ante sus ojos.

Saborit (3) Averell Dalton: Al igual que en Lucky Luke, el alto de los cuatro hermanos es el que menos se entera de la película. Se movió en su parcela defensiva con la contundencia de un tirachinas en el salvaje Oeste.

Etxeita (3) El guardabosques de Yellowstone: Si hasta Yogui hacia lo que quería en sus narices ¿Qué no haría la SD Éibar con él? Inocente como Bubu para alejar el peligro, sobrevivió porque la ofensiva rival no fue exigente.

Unai Núñez (4) Kenny de South Park: Haga lo que haga, siempre muere sin que sus compañeros hagan nada por evitarlo. Sufrió lo indecible y querrá olvidar la pesadilla cuanto antes. No pisará Éibar en una temporada.

Lekue (3) Patricio Estrella: Errores infantiles, idas de olla, actos ilógicos… Es todo un enigma por descubrir que, en sus momentos de lucidez, es un jugador perfectamente válido, pero permanece desenchufado de la realidad en exceso.

Mikel Rico (3) Maguila Gorila: Luce muy bien en el escaparate y ejerciendo las funciones básicas. Todo lo que vaya más allá de dicha rutina acabará en debacle por su torpeza a la hora de intentar ejecutar acciones que se salen de su ámbito.

Iturraspe (2) El Profesor Bacterio: Un desperdicio de talento el cual lleva demasiado tiempo sin que funcione ninguno de sus planteamientos o inventos. Falló defendiendo, falló atacando, falló gestionando el balón y no falló al vestirse porque ya hubiera sido el colmo. Lo peor es saber que, a día de hoy, el mayor talento de la plantilla en el centro del campo es él.

Susaeta (4) Leoncio el León: Sólo su optimismo natural le permite no suicidarse ante panoramas como el de ayer. Balones volando como si el suelo fuera lava y un jugador perdido en un tipo de juego que no es el suyo. Aventurero y tiernamente iluso, seguirá creyendo que al día siguiente amanecerá.

Raúl García (5) Skeletor: De peores batallas ha sobrevivido y nunca pierde la dignidad. El clásico villano carismático que siempre vuelve y al que deseas ver triunfar. Ya sea fútbol o a lo que se jugase ayer, él nunca le pierde la cara, incluso cuando no está en su mejor momento.

Williams (7) Perry el Ornitorrinco: Siempre dispuesto a salvar la ciudad, es quien saca un as de debajo de la manga para resolver entuertos. Recemos para que no se resfríe. El factor «X» que por segundos nos despierta de la mediocridad.

Aduriz (6) Johnny Bravo: El ejército de un solo hombre. Sólo así puede subsistir con lo que le rodea. Puntual a su cita con el gol y con sus mejores galas, siempre nos quedará él.

Beñat (3) El gato Félix: Cuando al único cuerdo que te queda lo sueltas en mitad de un paisaje surrealista sin herramientas para enmendarlo, lo normal es que naufrague sin remedio. El centro del campo es un vacío existencial que no se resuelve cargándole el muerto a un jugador al que no permites recuperar el ritmo.

Sabin Merino (-) Poochie, el perro de «Rasca y Pica»: Una ocurrencia sin apenas recorrido que un dibujante se empeña en resucitarlo para fracasar una y mil veces sin posibilidad de éxito. Entró en el campo y aun no sabemos si ha salido de allí, porque nadie sabe si estuvo si quiera o fue una ilusión óptica.

Vesga (-) Marvin El Marciano: Todo lo que rodea a su aparición en el campo ayer sólo puede ser interpretada como la enésima marcianada de esta temporada.

Ziganda (1) Pierre Nodoyuna: Indescriptible. Ni cuando tiene una idea buena, la ejecuta bien. Todo le sale mal, pero se empeña en seguir en su trece cuando hasta el más ciego ve que no lleva a ningún lugar. Cambios a destiempo y sin sentido, recular con un 1-0 como toda la temporada para acabar empatando o perdiendo, movimientos que sólo transmiten miedo, conformismo y una nula ambición. El empate se debió a la divina providencia, porque la SD Éibar pudo y debió ganar al final. Mal camino llevamos si quien lidera el proyecto da vueltas en círculo errando hasta la más trivial de las decisiones.

Por @GomilaLopez

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