Ganar cinco veces seguidas Montecarlo. Se dice pronto, pero solo un genio como Sébastien Ogier puede ser capaz de hacerlo. El piloto, nacido en Gap, ha vivido y crecido al lado de estos impredecibles y revirados tramos, por lo que consigue así repetir una y otra vez su sueño durante un lustro entero y alcanzar algo solo en las manos de los más grandes.
Esta última jornada del primer rally del año empezó con unas distancias bastante considerables entre los pilotos
de arriba, por lo que sólo un error de bulto podría cambiar la clasificación final. Ningún piloto parecía estar muy dispuesto a tomar riesgos, excepto un Thierry Neuville que tenía bastante que ganar y poco que perder y un Kris Meeke que quería demostrar su ritmo en un rally en el que no estuvo todo lo cómodo que quería. El belga consiguió acabar quinto por lo que solucionó parcialmente su error en el primer tramo del año. El norirlandés consiguió los cinco puntos de la power stage y acabó en una meritoria cuarta posición. Al alto ritmo que consiguieron ambos pilotos hay que sumar un error «de novato» del joven Esapekka Lappi que con el cuarto puesto en el bolsillo se salió de la pista y perdió el tiempo suficiente como para bajar al séptimo puesto.
Los tres pilotos de arriba no cometieron ningún error ni trataron de atacar por lo que las posiciones no se movieron. Ogier empieza el campeonato igual que lo acabó, siendo líder, pero los Toyota se han mostrado muy fuertes y parece que tanto Ott Tanak (segundo) como Jari-Matti Latvala (tercero) no se lo pondrán nada fácil a lo largo del campeonato.
En el WRC2 Jan Kopecky hizo valer su enorme ventaja y no cometió errores para llevarse la primera victoria del año. El joven Kalle Rovanpera fue segundo y el suizo Olivier Burri sorprendió acabando en tercera posición y consiguiendo un triplete para Skoda.
Clasificación final:
Imagen destacada: wrc.com
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