Jota Cuspinera abandona el banquillo de Zaragoza
En la mañana de hoy Jota Cuspinera se desvincula de Basket Zaragoza de mutuo acuerdo y tras haber presentado su dimisión la pasada semana y no haberle sido aceptada. Se pone fin a una situación insostenible que se ha ido deteriorando con el paso de las últimas semanas
Se pone fin a la crónica de una muerte anunciada. La situación se tornaba insostenible desde hace ya unas semanas y se iba aguantando contranatura. La brecha existente entre plantilla y entrenador era evidente desde la grada, se palpaba en cada gesto, en cada movimiento en los tiempos muertos, durante los partidos… El pasado viernes Jota Cuspinera tras la sesión matinal de entrenamiento intenta dimitir pero el club le fuerza a seguir en el cargo. Todo esto tras escuchar dos días antes en un desayuno informativo del club a Salva Guardia, director deportivo de la entidad, loar la buena actitud de los jugadores y afirmar que veía a Jota con ganas.
DESENLACE PREVISIBLE
La bomba estaba activada y solo cabía esperar cuándo iba a ser el momento de la explosión. Tras salir derrotados de la pista de Herbalife Gran Canaria por veinte puntos y con un último cuarto de los ya habituales de Basket Zaragoza de brazos caídos, parece ser que ambas partes han asumido la realidad.
Una plantilla de muy bajo perfil, unos resultados desfavorables, pero sobre todo una falta de implicación y actitud en un buen número de los jugadores han llevado a Jota a arrojar la toalla. Nunca sabremos la realidad de las cosas, como suele pasar en estos casos, pero un entrenador de casta que vino con muchas ganas a comandar un proyecto complicado, ha aguantado hasta que no ha podido tragar más.
Los problemas económicos de Basket Zaragoza le hicieron configurar una plantilla que claramente era de saldo y la pésima pretemporada no anunciaba nada bueno. Sin embargo en la liga se mejoró la imagen dada hasta ese momento. La incorporación de Gary Neal supuso un aumento notable de calidad en pista y hasta se llegó a hablar de puestos de Copa del Rey en la capital del Ebro. Tristemente la realidad se acababa imponiendo y la salida de Sergi García hacia Valencia y la lesión de Neal sacaron a la luz las infinitas carencias de esta plantilla.
UNA PLANTILLA INCAPAZ
Jota no ha tenido confianza en todos sus jugadores desde el comienzo y eso en una plantilla exigua te deja con mucho menos de lo imprescindible. Mazalin, Michalak y Triguero son casi miembros testimoniales del cuadro rojillo. El resto de la plantilla se ha mostrado terriblemente inestable y lo que es peor, apática. Bajo rendimiento de Tomás Bellas y Alex Suárez. Inconstante por parte de Varnado, Dragovic o De Jong y un Janis Blums que parece hacer la guerra por su cuenta completan un plantilla de la que sólo cabe destacar el paso adelante de un imberbe Jonathan Barreiro al que incluso se le buscaba salida en septiembre. La última incorporación, Bo Mc Calebb, apenas ha tenido tiempo de demostrar si está o no para aportar experiencia y juego a un equipo que está tambaleándose.
A día de hoy se hacen cargo del equipo Pep Cargol y Sergio Lamúa en espera de la llegada de un nuevo entrenador. Pero de un club en que recientemente se ha despedido al preparador físico sin dar explicaciones públicas de los motivos, poco cabe esperarse en una buena dirección.
