Athletic – Las Palmas: Situaciones diferentes, tónicas similares
Athletic y Las Palmas empatan en un partido pobre, frío y gris
El partido del viernes noche de esta jornada enfrentaba a Athletic Club y a la Unión Deportiva Las Palmas, en una lucha que cada vez parece volverse más desesperada. Los primeros buscaban, una vez más, tratar de dejar atrás el pobre rendimiento que han estado ofreciendo desde que comenzara la temporada; mientras que los segundos tienen como objetivo la salvación, nada más. Puede que sus situaciones fueran diferentes, pero no así lo era su tónica.
El partido comenzó con un frío que se ha convertido en habitual estas semanas en las noches de Bilbao, y consecuencia de ello fue la baja asistencia de público en San Mamés. De todos modos, los que fueron trataron de alentar a dos equipos que les habían dejado tiritando en un gran porcentaje de sus partidos. Una vez más, su apoyo no fue recompensado.
El partido comenzó con un juego de par a par, sin mucho que resaltar. En el primer cuarto de hora, apenas hubo una ocasión por parte de Jonathan Viera y un gol anulado correctamente a Yeray. Además, hubo una pequeña trifulca entre Aduriz y Ximo Navarro que les valió a ambos la amarilla.
La temática del resto de la primera parte siguió igual, destacando la sustitución a la media hora de Toledo por Tana, puro estilo Paco Jémez. Una ocasión aislada de Iñaki Williams y una serie de ataques de los locales en la recta final de la primera parte pusieron punto final a una primera parte aberrante, pero ya típica y habitual para ambas aficiones.
La segunda parte se antojaba del mismo estilo, pero siempre se debe creer, hasta en las situaciones más desesperadas, y eso fue lo que se esperaba para la segunda parte: un cambio radical. Como más tarde se vio, tampoco fue así.
El comienzo del segundo tiempo fue más brusco. Faltas, amarillas por doquier y hasta un posible penalti sobre Aduriz, dieron paso a un par ocasiones en botas de Susaeta y otra vez de Aduriz, aunque sin ningún peligro en ambas. La primera ocasión se dio a la hora de juego (dato interesante, la verdad). Nacho Gil disparó a placer dentro del área y Kepa Arrizabalaga respondió mandando el balón fuera con una buena parada. Las Palmas había desaprovechado una de sus pocas ocasiones de gol.
Llegaban las remodelaciones en el once. Jémez retiraba al mencionado Gil por Aquilani, Ziganda introducía al campo jugadores más ofensivos como Beñat y Córdoba, pero ninguno de los cambios aportaron nada. Y por raro que parezca, puede que esa fuera la intención, porque a estas alturas y tras demostrar que ninguno de los dos equipos cambia mucho con las sustituciones, estas casi pueden realizarse por postureo, como se suele decir.
Al igual que en la primera parte, los locales mostraron mayor agresividad en los minutos finales, en las que jugadores como Williams y Raúl García lo intentaron más que nadie. Fue precisamente Williams el que dispuso de la más clara de todo el partido, encarando a Chichizola en un uno contra uno y no pudiendo superarle. A su lado se encontraba Aduriz (que tuvo un rendimiento muy alejado de lo que tiene acostumbrado) pero no fue capaz de asistirle.
El árbitro pitó el final en una Catedral que despidió a su equipo con una sonora pitada, algo muy poco habitual en las últimas temporadas pero que se ha convertido en casi una tradición en esta. Ninguno de ambos equipos puede sentirse orgulloso ni satisfecho con lo realizado, y las declaraciones previas y posteriores al partido así lo refrendan.
Todo esto ha sido así y, bajo la hipótesis de que el fútbol es cuestión de rachas, seguirá siéndolo. Ninguno ofrece vestigios de una recuperación a corto plazo, y aunque cada uno de ambos esté, como se ha dicho anteriormente, en situaciones diferentes, sí que se mantienen en tónicas similares.
Por @fido_95