Lorca FC y Real Sporting de Gijón sumaron un punto que vale de muy poco a ambos. El empate sin goles vivido en el Francisco Artés Carrasco no dejó contento a ninguno de los dos entrenadores. A ambos conjuntos les sirve para romper sus sendas rachas. Al cuadro lorquí para romper una racha de diez derrotas consecutivas que le había llevado al último puesto. Al cuadro gijonés para romper una racha de cuatro derrotas consecutivas a domicilio.
El encuentro fue malo por parte de ambos contendientes. De hecho, y debido a ello, el resultado puede catalogarse de muy justo. A continuación analizamos algunas de las claves:
El penalti
El partido tuvo escasísimas opciones de gol. Pero el resultado no se entiende sin el penalti del que dispone el Sporting y no logra anotar, pues de haberlo hecho el partido hubiese sido radicalmente distinto. Es una pena máxima por un derribo de Digard a Nano Mesa que no tiene discusión. El francés comete un doble error, al hacer un mal control dentro del área que se le va largo y yéndose después al suelo cuando el delantero canario se había hecho con el balón.
La acción es casi violenta, pues el francés impacta con fuerza en el tobillo de Nano que tuvo que retirarse lesionado escasos minutos después. Jony fue el encargado de lanzar el penalti que Dorronsoro despejó con acierto. Sin embargo el portero tuvo más fortuna que mérito en la acción. Y es que se observa que antes de que Jony lance a ese lado el guardameta cántabro ya se está tirando. Jony no mira al portero, por lo que éste despeja sin grandes apuros. Al Sporting le han señalado siete penaltis este curso, de los que ha fallado cinco.
El trivote sportinguista no funcionó
Rubén Baraja ensayó durante la semana un trivote en el centro del campo con Bergantiños, Sergio Álvarez y Hernán Santana. Esa apuesta plasmada sobre el verde del estadio lorquí fue un completo fiasco. No hubo circulación cómoda de balón a pesar de la superioridad numérica sportinguista en la parcela. El Lorca renunció a su planteamiento habitual, con otro trivote, para alinear una defensa de cinco y dos pivotes por delante.
Ninguno de los tres mediocentros fue apenas capaz de romper alguna línea de presión lorquí. Una presión que sin ser excesivamente intensa, fue suficiente. De esa forma el Sporting abusaba del juego horizontal y del balón largo. Eso, durante una hora, hizo que el Lorca defendiese con relativa comodidad. Ese planteamiento de tres mediocentros incluso llegó a cortocircuitar a Jony, la mejor arma ofensiva sportinguista.
Con la vuelta al 4-4-2 se vio al ‘mejor’ Sporting
La última media hora de encuentro el partido fue de casi total control gijonés. Solo en los últimos diez minutos con ambos equipos casi a la desesperada, el encuentro se rompió y cualquiera pudo haber tenido el gol de la victoria. En un cambio atípico, Rubén Baraja quitó del campo a Hernán para introducir a Viguera. El cambio mejoró al equipo. No obstante el Sporting seguía sin estar fluido en ataque. Solo en una internada de Jony, al que se le vio mucho más cómodo, que no remata Santos y una jugada del propio Viguera el cuadro gijonés llevó algo de peligro en esa media hora final.
La falta de pegada lorquí
El cuadro de Fabri apenas tuvo ocasiones. Se salvan dos en un disparo de Dani Ojeda que desvía Mariño a córner y un disparo de Peña que rebotó en Álex Pérez. Al igual que el Sporting el Lorca no creo excesivos problemas a una defensa rojiblanca que se mostró solvente, aunque con esporádicos síntomas de inseguridad. Barba regresaba hoy al equipo y estuvo notable en las acciones defensivas, aunque como el resto del equipo no aportó apenas nada en la salida del balón. Por último, el balón parado, uno de los puntos fuertes del cuadro murciano, apenas creó problemas a un Sporting que se aplicó con acierto en la defensa de esas jugadas.
Ambos equipos siguen con los mismos problemas con los que llegaban al partido
En conclusión se volvió a ver al Sporting de lejos de El Molinón. Fallón, sin ideas y que notaba falta de intensidad. En resumen, fue Mr. Hyde quién hizo su aparición en el Artés Carrasco y no el Dr. Henry Jekyll. En frente un Lorca que tendrá que mejorar aún mucho si no quiere perder la categoría y volver a la división de bronce un año después de su ascenso. Pudo vencer al Sporting, pero su conservadurismo y falta de pegada le penalizaron tanto o más que el mal partido de su rival.