Alfa Romeo Sauber está dispuesto a convertirse en algo más que en un equipo B de Ferrari y su nuevo monoplaza es toda una declaración de intenciones. El C37 será el encargado de sacar a Sauber del fondo de la parrilla con Charles Leclerc y Marcus Ericcson al volante. El motor Ferrari de especificación 2018 debería ser su principal baza.
A nivel decorativo no ha habido sorpresa alguna. Los suizos optaban por continuar con la decoración ya vista en la presentación oficial del equipo a finales de 2017. El blanco es el color predominante en todo el coche, con un toque de rojo en la cubierta del motor. Unas sutiles líneas y una tipografía clásica hacen que el C37 arroje un cierto aire nostálgico que ha gustado mucho entre los aficionados.
A nivel de patrocinadores el Sauber ha ganado muchísimo. Esta misma mañana los de Hinwil anunciaban la incorporación de cuatro nuevos socios. Así podemos ver a Claro, Richard Mille, Carrera y Kappa distribuidos a lo largo del monoplaza. Pero sin duda, el patrocinador más destacado tenía que ser Alfa Romeo. Los de Milán dan nombre al motor y al equipo, en una jugada en la que Ferrari ha tenido mucho que ver.
A nivel técnico el C37 es simplemente brutal. En Sauber parecen haber echado mano de la ayuda de Ferrari y la buena gestión de Frederic Vasseur para hacer un monoplaza que incorpora muchísimas novedades y algunas soluciones radicales. Lo primero que llama la atención es el morro con dos orificios al estilo Force India, solo que más pequeños y cerrados.
La suspensión delantera presenta un trapecio superior muy similar al que llevaron Mercedes y Toro Rosso en 2017. Los bargeboards con gran cantidad de cortes también recuerdan a los de Force India. En cuanto a los pontones, en Sauber han seguido la pauta de las entradas estrechas y han incorporado una segunda entrada más pequeña encima de la habitual. Los direccionadores son una evolución de los que montaron en 2017.
Quizá uno de los cambios más novedosos se encuentren en el halo. Mientras que los demás equipos no nos han enseñado ningún elemento aerodinámico en él, Sauber sí que lo ha hecho. Se trata de una pequeña aleta que intentará compensar el impacto que supone el halo en la aerodinámica. En cuanto a la admisión motor nos encontramos con una entrada partida y dos orejas de refrigeración. Sin duda es una de las más complejas que hemos visto hasta el momento.
Los pontones presentan una curvatura muy curiosa que va estrechándose a medida que baja, seguramente con la intención de dirigir el aire hacia la parte superior del difusor. En el alerón trasero lo más llamativo es el soporte doble y unas platinas laterales con branquias.
Si desde Sauber buscaban impresionarnos, lo han conseguido. Los de Hinwil tendrán ahora la ardua tarea de trabajar para no quedarse atrás. La incorporación de una joven promesa como Charles Leclerc y un motor más competitivo debería ser suficiente para luchar por algo más que pasar el corte de la Q1 los sábados. Pese a todo, habrá que esperar a la semana que viene para comenzar a vislumbrar el rendimiento de los suizos en esta nueva aventura junto a Alfa Romeo.
Fotos vía: Sauber Formula 1 Team