Hay futbolistas que son capaces de cambiar la opinión de todo un club, y su entorno, en apenas semanas. Y lo hacen a través del trabajo, con la confianza del entrenador y seguros de sí mismos. Porque a nadie le asusta decir que en pretemporada, el futuro de Rocha no parecía ligado al del Oviedo. El centrocampista era uno de los favoritos para salir. Por lo menos en las quinielas de los aficionados. No así en la mente de Juan Antonio Anquela. El técnico confió plenamente en él. Le dio galones, le hizo sentirse importante, y vaya si ha acertado.
Tras el encuentro frente al Albacete en el Carlos Tartiere, Anquela fue preguntado por la ausencia del mediocentro. El técnico indicó que el equipo podría haber notado la baja. El por qué es sencillo. Con el extremeño se ve un Oviedo con más orden. Un equipo que abarca mucho más espacio en el centro del campo y que tiene un equilibrio envidiable. La aportación de Rocha al equipo, al igual que Folch, es decisiva. Parece difícil, por no decir imposible, imaginarse un once sin los dos. Salvo excepciones, como la del pasado sábado.
Este sábado, dos semanas después de su polémica expulsión en Cádiz, vuelve Rocha. Y lo hace en un campo bonito, donde gusta jugar. La Romareda volverá a presenciar, salvo sorpresa, el once de gala del Oviedo. El equipo asturiano volverá a ser ese cuadro que intimida, con el equilibrio que necesita en la medular. Y con esto no queremos desmerecer a Hidi. Porque el húngaro tuvo que ser la tirita que tapase esa brecha en la medular. Y pese a su esfuerzo y ganas, todo el mundo notó el enorme trabajo que desempeña Rocha en este equipo.
Un ascenso desde fuera
La visita del Oviedo a La Romareda podría suponer la consecución de un curioso dato. Si los azules son capaces de ganar, el equipo de Juan Antonio Anquela ya habría sumado más puntos fuera que en toda la campaña pasada. Y es que si echamos la vista atrás, desde que el ascenso de los oviedistas, los partidos a domicilio han sido el gran examen a superar. Hace dos temporadas, una mala racha lejos del Tartiere privó al equipo del playoff. Lo mismo ocurrió la pasada campaña. Los malos resultados fuera condenaron al equipo a quedarse a las puertas de la zona noble.
Ahora, el Oviedo busca enmendar estos errores y crecer también a domicilio. Que el Tartiere es un fortín, hasta ahora, lo sabe todo el mundo. Por ello, el Oviedo quiere subirse al carro del triunfo lejos de su estadio. Hasta la fecha, los asturianos han sacado quince puntos. Estos se reparten en tres victorias, seis empates y cinco derrotas. Son el noveno mejor equipo a domicilio, con seis puntos menos que los dos más victoriosos (Osasuna y Nástic con 21). Si vemos los rivales que el Oviedo tiene por delante encontramos que Huesca y Rayo han sumado 19; el Cádiz 18 y el Granada 14.
Por tanto, el Oviedo busca superar en Zaragoza su registro de la pasada campaña. Si gana sumará 18 puntos, uno más que el año pasado y otro menos que hace dos temporadas, con Egea y Generelo en el banquillo. La Romareda será la primera piedra en el camino en este tramo final de la temporada. El Oviedo busca el ascenso, y quiere proteger los cimientos del Tartiere a base de victorias a domicilio.
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