Desde que arrancara la temporada el Real Madrid ha vivido sus peores meses a nivel deportivo en los últimos años. Apeados de la Copa del Rey y a años luz de un Barcelona que lidera el campeonato liguero, el conjunto blanco se jugaba la temporada a una sola carta: remontar el vuelo coronándose con la Champions League.
Aún queda mucho camino para cosechar el anhelado título europeo, pero la primera batalla fue superada por los hombres de Zinedine Zidane ante el PSG; aunque no ofreciendo demasiado dominio a pesar del abultado marcador (3-1).
Con el desenlace de la eliminatoria a la vuelta de la esquina ya comienzan a cuestionarse los planteamientos tácticos del técnico francés para triunfar en Europa. Las dudas giran en torno a la titularidad de la BBC, la presencia de un pivote defensivo en las alineaciones o el sistema de juego 4-4-2. Desde un sector clásico se defiende que la figura de Casemiro es un componente vital como centrocampista defensivo que sostiene al equipo. Sin embargo, otros apuntan a que el Real Madrid tiene suficiente calidad en la medular para prescindir de esta figura para ganar control, técnica y potencial para armar juego en el centro del campo. Por otro lado, parece que muchos puntos coinciden en que el Real Madrid debe tener mayor control en el centro del campo, algo para lo que se hace vital la ausencia del tridente ofensivo blanco y presencia de un centrocampista más en las alineaciones.
Zinedine Zidane tendrá infinidad de variantes para asegurar el éxito de su equipo, aunque aún tendrá que dar con la idónea para recuperar el rumbo perdido. Lo único claro hasta la fecha es que el técnico francés siempre apostará por Bale, Benzema y Cristiano; siempre que los tres se encuentren al máximo nivel.