La vigésimo quinta jornada de la Liga Santander, en la que el Real Madrid recibió en el Santiago Bernabéu al Club Deportivo Alavés, quedará grabada en la memoria de Cristiano Ronaldo, ya que fue la jornada en el que el futbolista luso alcanzó la increíble marca de 300 goles en Liga con la camiseta blanca.
Desde su llegada a la Casa Blanca en el verano de 2009, el portugués ha pulverizado todos los récords goleadores habidos y por haber. Tan sólo tardó seis años en alcanzar la marca de Raúl González, hasta su llegada el máximo goleador de la historia del club merengue, cifrada en 324 goles.De hecho, Cristiano alcanzó esa marca en 308 partidos, frente a los 704 que necesitó el ex capitán del conjunto blanco, lo cual deja entrender el mérito estadístico de las actuaciones del luso.
Su capacidad goleadora no se limita a España, sino que también traspasa las fronteras europeas. El delantero portugués es el máximo goleador de la historia de la Champions League, habiendo anotado 116 goles en todas sus participaciones en la competición europea, sumando el doblete que anotó frente al PSG hace apenas dos semanas, frente a los 98 goles de su competidor, Leo Messi. Sus cifras goleadoras se dispararon al llegar a la capital española (partido en el cual anotó su gol número cien en Champions con el club madridista), tanto es así, que el portugués ha anotado más goles con la camiseta blanca (101) que Messi con la azulgrana (98), siendo el primer futbolista de la historia en alcanzar la centena de goles en la competición intercontinental con un mismo club.
Ahí no queda todo, y es que a pesar de sus 33 años, el luso sigue batiendo todos los registros goleadores, y con su doblete frente al Alavés en el feudo madridista, alcanzó la cifra de 300 goles en la competición nacional en los 285 partidos disputados con la camiseta blanca, promediando 1.04 goles por partido, alcanzó dicha cifra en 41 partidos menos que el actual máximo goleador liguero, Leo Messi.
Pudo celebrar dicho récord con un hat-trick, ya que cuando el partido se acercaba al final, Gareth Bale forzó un penalti. Sin embargo el luso ejerció de capitán y decidió cedérselo a su compañero Karim Benzema, quien atraviesa un momento complicado aún no había anotado ningún gol en el encuentro, marcando así el cuarto gol y sentenciando el partido.
Tras el partido, el portugués se motró feliz en sus redes sociales, donde publicó una fotografía del encuentro, celebrando un gol junto a sus compañeros, en la cual por cierto, lucía el brazalete de capitán.
Lo que es seguro, gracias al espíritu insaciable de Cristiano, es que no se quedará ahí, y buscará seguir batiendo récords y ayudando a su equipo a levantar títulos.
Por @diegoaguado97