Después de una gran racha de resultados, el Oviedo atraviesa un pequeño bache de resultados. El partido de Cádiz parece haber hecho un poco de daño. Porque desde entonces, son dos derrotas y un empate en el Carlos Tartiere. Pero que nadie se baje de este barco. Hablamos de los mismos jugadores y el mismo técnico de hace un mes. Esas personas que hicieron soñar al oviedismo con el ascenso a Primera. Tener un bache de resultados en esta categoría es lo más normal. Lo raro sería no tenerla. Por eso el equipo pide calma y unión. Además, tiene al Tartiere como cura contra todos los males. E irá allí el viernes, ante el Barça ‘B’, para volver a la senda del triunfo. para volver a engancharse al tren de la victoria.
- La segunda parte. Tras completar un buen primer acto, el Oviedo sufrió demasiado en el segundo. El centro del campo acusó el cansancio, y vio como la medular maña, con más hombres, logró hacerse con el control del juego. Ahí quizás empezó el declive del conjunto asturiano en el partido. A eso también hay que sumar un par de factores impensables hasta la fecha. Que la línea de tres sufriese. Y es que Forlín y Christian Fernández sufrieron en exceso con Borja Iglesias. Se vieron más desbordados de lo normal, y el equipo lo notó.
- Imprecisión en los metros finales. Parte del análisis de Juan Antonio Anquela hizo referencia a este factor. Porque al Real Oviedo le faltó mucha calma en el último pase y la finalización. Al equipo se le vio bien, en general, defensivamente. Pero en la parte de arriba estuvo desacertado. Quería llegar y acabar jugada en pocos toques, sin intentar madurar las jugadas. Un aspecto que privó a los azules de anotar algún gol más.
- Saúl necesita compañía. El canterano, pese a la expulsión, fue el mejor de los azules. Al igual que en todos los partidos, Berjón dirigió la orquesta en ataque. Pero, a diferencia de otros encuentros, en esta ocasión se notó más que nunca que necesita a alguien más. Sus ideas siempre son las acertadas, pero hay ocasiones en las que se nota que juega un peldaño más rápido que el resto. Fabbrini parece ser un socio ideal. El italiano sigue cogiendo minutos. De hecho, parece el candidato número uno a suplir a Berjón ante el filial culé.
- Carlos se apunta al gol. La parte positiva de la derrota fue el gol de Carlos. El central sigue despertando la atención de propios y extraños cada vez que se suma al ataque. Es el máximo goleador del equipo con seis tantos, los mismos que Toché. El defensa es un auténtico peligro en las jugadas a balón parado. Ayer, tras un saque de esquina, se hizo con una segunda jugada y conectó una volea que se coló en la red local.
Vuelta al Tartiere
- El Barça ‘B’ para volver a ganar. El filial blaugrana llega al Tartiere en la decimosexta posición, intentando alejarse de los puestos de descenso. Un rival con mucha calidad, que busca dar el campanazo en el Tartiere. Pero los azules quieren tomarse su mejor vitamina, la del Carlos Tartiere. Porque los asturianos son mucho más fuertes cuando juegan ante los suyos. El empuje de la grada será clave para volver a la senda del triunfo. El Oviedo necesita volver a ganar, y el Tartiere vuelve a ser una de las principales armas para los oviedistas.
Imagen destacada: laliga.es