La situación deportiva del Athletic Club se encuentra en su peor momento desde que Ziganda aterrizara en Bilbao como sustituto de Valverde. En los últimos meses el equipo vasco no ha encauzado el rumbo deportivo, algo que comienza a señalar la valía del técnico del conjunto bilbaíno.
«Las ganas no se me van a quitar, pero sabéis que estoy a disposición del club y por mi parte nunca va a existir ningún problema (…) No es justo ni injusto. También tienes gente que te apoya. No es agradable, pero el público es soberano y tienes que respetar. Igual las cosas no vienen tan bonitas para mí como otras veces, pero me gustaría dar la vuelta. Sabemos que estamos expuestos a estas situaciones. Desde dentro tenemos más información al respecto del juego y hay veces que se toman decisiones según el estado de los jugadores. Me siento con muchísimas ganas de hacer las cosas bien y si te salen las cosas como en el primer tiempo, que es lo ideado, te sientes bien. Las críticas son importantes, pero ganas tengo todas y no bajaré la guardia. En días así no terminas de disfrutar plenamente, pero sabíamos que ganando se nos abre un buen escenario», señaló Ziganda.