El pasado jueves Valencia Basket derrotaba en La Fonteta al Brose Bamberg por 86-70, por primera vez su afición podía ver al ala-pivot americano Latavious Williams vestir de naranja, se anticipaba por medio de diferentes publicaciones que el equipo valenciano estaría muy cercano de comenzar a recuperar a sus bases titulares, comenzando por Guillen Vives, quien fue operado el día 2 de enero de este año de su tobillo izquierdo. Todo auguraba el final de las incontables bajas y partidos sufridos por falta de rotación desde el banquillo que sufría desde el comienzo de temporada del equipo de Txus Vidorreta.
Pero no todo iba a ser positivo, Tibor Pleiss, quien ha sido un elemento fundamental para los triunfos hasta la fecha, era baja por una fascitis plantar la semana pasada y su recuperación era anunciada como de mediano plazo, Bojan Dubljevic por su parte, que es un gran motor en toda la pista y quien “enciende” a la afición desde la cancha, no se encuentra en plenas condiciones físicas por una tendinitis aquílea, esta semana declaraba: «Estoy bien, vuelvo después de la lesión. No estoy al cien por cien pero necesito ayudar al equipo y ese es mi trabajo».
Pero la ausencia del pívot alemán y las limitaciones físicas de Dubljevic han sido notorias en el partido frente a los canarios. El acierto desde la línea de tres mantenía vivos a los valencianos, un 15-25, 60% no eran suficientes frente a un equipo que ha luchado la victoria y ha creído en ella desde el comienzo del encuentro. 12-35 en tiros de dos marcan la debilidad del equipo visitante, frente a un 71% de efectividad del equipo local desde la pintura.
Guillem Vives jugó 8:26 minutos, anotó una canasta de dos y un triple, con 4 de valoración no tuvo un mal regreso, pero la larga ausencia deja huella y tanto él como Williams deben de trabajar en el día a día para recuperar forma y ritmo. Sergi García, sí ha regresado desde hace unas semanas pero sigue sin marcar una diferencia a la hora de conducir el equipo, esta tarea queda en manos de Alberto Abalde, quien solamente logró 1 de valoración, junto a otro hombre que suele llevar a su equipo a lo más alto, Fernando San Emeterio, el cual acabó con 3 de valoración. Todos estos factores decantaron desde comienzo a fin el final del partido. Valencia Basket no solamente caía derrotado en la isla, sino que también perdía el basket average.
El encuentro acabó con un 87-78 que no refleja la realidad que se vivió durante el partido, la diferencia tanto en intensidad, como en anotación queda mejor reflejada en las valoraciones, 113 para Gran Canaria frente a 74 para Valencia Basket.
@PatriDuarte