Oladipo y sus Pacers toman la capital en un partido que dominaron de principio a fin

Bastante cómo en general se presentó el partido para unos Pacers que, solo al final, vieron peligrar un partido muy trabajado desde los primeros instantes. Washington volvió a notar la baja de su estrella, Wall, aunque el trabajo de los de Scott Brooks sin el ex-base de Kentucky está siendo bastante positivo.

Desde los primeros minutos ya se vio una diferente actitud en ambos conjuntos. Los de Indianápolis, que no estuvieron por detrás en el marcador en ningún momento del partido, salieron mucho más agresivos que sus rivales, que tuvieron en Morris a su mejor jugador en este comienzo de partido. Por Pacers ya se empezaban a ver a los que a la postre resultarían máximos anotadores del equipo, Oladipo y Bogdanovic. No estaba siendo sin duda el mejor partido ofensivo de Wizards, y eso hizo que muy pronto Indiana adquiriese una renta de hasta 12 puntos de ventaja.

La diferencia de diez puntos que se estableció durante el primer cuarto se mantuvo intacta durante el segundo, y con esos puntos de diferencia se irían al descanso. Si bien es cierto que la actitud con la que el equipo de la capital salió en los segundos doce minutos, donde llegaron a colocarse a solo un punto, los Pacers seguían mostrándose mucho más acertados en el tiro y, también con figuras muy enchufadas como Miles Turner, rápidamente volvieron a obtener una cómoda renta con la que cerrar la mitad del partido.

Como si de un calco se tratase, los de Washington salieron mentalizados a reducir la desventaja con la que se movían los de Indiana. La actitud fue correcta, muy motivados, pero no era algo que a los Pacers le incomodase en exceso, pues no tuvo demasiados problemas en, no solo mantener la ventaja, si no en aumentarla en cierto momento hasta en 17 puntos. Este último arreón de Indiana para irse con +15 al último y definitivo cuarto invitaba a pensar que íbamos a vivir un final de partido cómodo y hasta aburrido. Nada más lejos de la realidad.

Esta vez si los Wizards consiguieron sacar adelante un gran cuarto, con un muy buen arranque de los de Brooks. En el ecuador de este periodo la diferencia era ya de tan solo tres puntos. Cuando consiguieron reducirla a dos (87-85), llegaron a tener bola para incluso culminar la remontada y sobrepasarlos en el marcador, pero el corazón pudo más que la cabeza y la precipitación hizo estragos en el equipo de Washington. Apareció la figura de Oladipo en el momento más crítico, que unido al buen partido que ya había cuajado, se erige una vez más como el líder absoluto de la franquicia de Indiana.

El final de partido se presentó muy igualado y bastante divertido también, con una gran intensidad defensiva  por parte de ambos. A falta de sólo 30 segundos la diferencia era de un punto. Beal, que había tirado del carro Wizard durante estos últimos instantes, tuvo primero una bola para empatar a falta de cinco segundos y otra para hacerlo sobre la bocina, aunque sin duda la suerte no estuvo de su lado esta vez.