Ya han pasado varias jornadas, desde que se cerró el plazo para que los equipos de las categorías nacionales pudieran reforzar sus plantillas en la socorrida ventana del mercado invernal y así poder afrontar la segunda parte del campeonato con ciertas garantías en la consecución de los objetivos propuestos al inicio de la competición. El Grupo II de la Segunda división B, no fue ajeno a la vorágine de idas y venidas vivida en el pasado mes de Enero y salvo honrosas excepciones la mayoría de los clubes que lo componen “jugaron” al cambio de cromos con el objetivo de apuntalar sus plantillas o aumentar la competitividad de las mismas. A continuación vamos a resaltar algunos de los fichajes más acertados o que más incidencia estan teniendo desde su llegada a sus nuevos clubes.
Eneko Undabarrena lo juega todo
El centrocampista bilbaíno cambió Sarriena por Anduva para apuntalar la medular de los de Miranda de Ebro. El ex capitán de los leioztarras se ha aclimatado a la perfección a su nuevo rol y desde el primer día ha sido un fijo en los onces de Pablo Alfaro, ofreciendo un gran rendimiento y jugando al igual que en su anterior equipo todos los minutos de todas las jornadas en las que el futbolista ha estado disponible.
Con el Leioa lo jugaba todo y bien y en las 20 jornadas que estuvo con ellos solo se perdió dos, una por sanción (j. 18 acumulación de amonestaciones) y la otra j.20 porque su traspaso al CD Mirandés ya estaba cerrado y casualmente esa semana jugaban vizcaínos y burgaleses.
Eneko Undabarrena (Bilbao, 1993) con los rojillos se ha convertido en titular indiscutible jugando todos los minutos de los siete partidos que ha disputado desde su llegada. Por lo que podemos afirmar a nuestro entender que el espigado centrocampista ha sido el fichaje más rentable del mercado invernal en el grupo II por su utilización y prestaciones ofrecidas en el terreno de juego.
Paradójicamente a pesar de la importancia de este futbolista en el campo y todo lo que aporta, parece que su club de salida el Leioa, no le está echando mucho de menos, puesto que los de Jon Ander Lambea están siendo el mejor equipo de la segunda vuelta en la que todavía no conocen la derrota y son el equipo que más puntos ha sumado.
Jon Madrazo quería un paso adelante en su carrera deportiva
Otro de los fichajes más sonados en este grupo fue el de Jon Madrazo (Ortuella, 1993), por los burgaleses. Su rendimiento en el Gernika estaba siendo estratosférico y pensaron en el para reforzar el ataque de un equipo peleado con el gol.
Madrazo tuvo el hándicap que nada más aterrizar en el Plantío hubo un cambio de míster pero su aportación al equipo, por lo menos en cuanto a presencia es notable y desde su llegada la primera semana de febrero ha jugado prácticamente todo salvo la jornada que estuvo sancionado por acumulación de amonestaciones.
De todas formas clasificatoriamente hablando ese paso adelante que buscaba Jon en su carrera deportiva no lo ha sido tal en el aspecto deportivo por lo menos de momento. Porque si bien es cierto que el Burgos es un equipo con más presupuesto y nombre en la categoría de bronce, los de la Villa Foral están varios puestos por delante en la clasificación.
Pero si nos centramos en la rentabilidad del fichaje, podemos concluir que su incorporación fue un acierto para los burgaleses, que se llevaron a uno de los extremos que mejor rendimiento estaba ofreciendo y sus actuaciones con los de Alejandro Menéndez está siendo buena a pesar de su falta de gol. Casualidades de la vida este fin de semana cayeron en Urbieta por 1 gol a 0 en un partido en el que Madrazo jugó 86 minutos ante sus ex compañeros.
Josu Santamaria y Adrian Güemes llegaron a Gernika para contrarrestar las bajas de Madrazo y Alain Barrón
En el continuo cambio de cromos vivido entre equipos vizcaínos en el pasado mercado invernal, Josu Santamaría (Bilbao 1989) abandonó la disciplina del Arenas Club para volver a la que fue su casa en la 2015/16. Adrian Güemes (Barakaldo, 1993) también llego a Urbieta procedente de la SD Amorebieta. Ambos futbolistas desde su llegada están contando para Jabi Luaces y su aportación en cuanto a minutos y rendimiento está siendo muy positiva, en una plantilla corta y diezmada por las lesiones. Santamaria ya ha materializado dos goles participando en siete partidos, cuatro de ellos como titular. Güemes por su parte ha sido titular en tres partidos desde su llegada. En definitiva optimas incorporaciones en un mercado donde en ocasiones es muy difícil acertar.
El Real Unión llamó a filas a Eneko Eizmendi
La situación clasificatoria de los irundarras al final de la primera vuelta era preocupante y en Gal se acordaron de Eneko Eizmendi (Donostia, 1990) que ya jugó con los fronterizos en la 2015/16 y en la presente temporada estaba pasando un año duro en el UCAM Murcia donde solo había disputado 4 partidos, 2 de ellos de titular.
El retorno del centrocampista donostiarra ha sido providencial y coincidido con la recuperación de los unionistas que han escapado a base de buenos resultados de la zona baja de la clasificación. Eizmendi desde su llegada lo ha jugado todo la las ordenes de J.L.Ribera, demostrando jerarquía en la medular y aportando mucha experiencia a un equipo que estaba desorientado.
Ha participado en siete partidos, todos ellos partiendo en el once titular y podemos concluir que su fichaje ha sido muy rentable para un equipo llamado a estar más arriba en la tabla que ha tenido que resetearse, con cambio de entrenador incluido, y ponerse el mono de trabajo para tener un plácido final de temporada. Actualmente sacan 14 puntos a unas posiciones de descenso que no hace muchas jornadas veían de cerca y con intranquilidad.
Las incorporaciones del Arenas Club también se están dejando ver y notar
Los getxotarras también movieron ficha en el mercado invernal buscando un plus en la competitividad de la plantilla así Gonzalo Llerena (Zafra, 1990) procedente del Villanovense, Damian Zamorano (Mar de Plata, 1992) fichado de la Balompedica Linense y Raul Espinosa (Madrid, 1996) lateral reclutado del Rayo Vallecano B están siendo jugadores habituales en las últimas alineaciones de Jon Pérez “Bolo”, ofreciendo buenas prestaciones a los de Gobela.
El equipo ha puntuado en cuatro de sus últimos partidos, evidenciando síntomas de mejoría y metiendo tierra de por medio con los puestos de descenso. Pero los 15 empates acumulados en 28 partidos son un duro escollo que han impedido a los areneros colocarse en puestos mas acordes a su rendimiento y competitividad.
La otra cara de la moneda
Una vez destacados algunos de los futbolistas que más relevancia están teniendo en sus nuevos equipos sin apenas tener periodo de aclimatación a sus nuevos compañeros y entornos. También queremos apuntar algunas de las incorporaciones que por una razón u otra de momento están pasando desapercibidos en sus nuevos destinos.
En el Barakaldo CF nos encontramos con el caso de Abel Molinero (Madrid, 1989), centrocampista procedente del Murcia que desde su llegada tan solo ha disputado dos minutos de juego. En el CD Mirandés el defensa gallego Bruno Rivada (Redondela, 1995) procedente del Pontevedra solo ha podido participar en dos encuentros y en uno de ellos fue expulsado.
Más ejemplos son el “exótico” fichaje del jugador de Gambia, Saihou Gassama en el Izarra que por el momento tampoco está teniendo mucha incidencia en el equipo, acumulando 51 minutos en tres participaciones efímeras con los de Estella. O la llegada de Joseba Arriaga (Ermua, 1982) a la SD Amorebieta con los que aún no ha debutado. Todas estas, son demostraciones de que el cambio de aires en algunas ocasiones no es sinónimo de éxito ni rendimiento.
La lista podría alargarse mucho más, pero en este análisis preferimos centrarnos en el aspecto positivo de los futbolistas que han cambiado de aires y camiseta a mitad de temporada buscando nuevos retos y destinos, en una profesión tan compleja como es la de futbolista en la categoría de bronce del futbol estatal.