Se acabó la Pretemporada
Transcurría el mes de Agosto del pasado año, comenzaba una nueva temporada y la parroquia blanquiazul todavía se relamía las heridas que la disputa de un playoff de ascenso a Primera División le había causado allá por el mes de Junio, una enorme oportunidad pérdida y una gran decepción para toda la familia blanquiazul.
Después de un verano ilusionante, con la llegada al Club de importantes refuerzos tanto en cantidad como en calidad (Juan Villar, Malbasic, Longo, Casadesus,…) el equipo chicharrero se disponía a comenzar una nueva temporada con la ilusión y esperanza de darle continuidad a la trayectoria marcada por el equipo la temporada anterior. El infatigable aficionado blanquiazul se disponía a presenciar lo que se entendía como la continuación en la búsqueda de un objetivo por el que todos habíamos suspirado hace bien poco.
Aunque desde el verde los profesionales, entiéndase plantilla de jugadores y cuerpo técnico (encabezado por el balear José Luis Martí), se manejaban con la cautela propia de quien conoce los vaivenes y caprichos de esta competición, no es menos cierto que desde las más altas esferas del Club concretamente a través del presidente de la entidad (Miguel Concepción) se lanzaban mensajes de enorme ambición y se mencionaba de forma concreta el gran objetivo como era el ascenso de categoría. Eso sí, palabras que luego fueron negadas por el mandatario blanquiazul, por aquello de quitarle presión al equipo comentaba en su día, en lo que más bien parecía significar “eliminado el objetivo, eliminada la palabra fracaso”
Lo cierto es que, ya entrando en la parcela estrictamente deportiva, las dos primeras jornadas de competición fueron especialmente fructíferas para el equipo “chicharrero”. Especialmente en la visita del equipo blanquiazul al campo del Mini Estadi donde encarriló rápidamente el partido que acabaría con un contundente marcador final de 0-3, pero la sensación que el equipo trasladaba a sus aficionados era de una enorme indefinición en lo futbolístico. Esta imagen se prolongaría a lo largo de las siguientes jornadas, comenzaría una ruleta rusa de cambios tácticos y en la utilización de la plantilla que acabarían por descentrar y desesperar a aficionados, jugadores, medios de comunicación y en general a todo el entorno blanquiazul.
La competición liguera en “modo pretemporada” tendría su continuación a través de los partidos de cada fin de semana, en cada encuentro que disputaba el representativo tinerfeño se sucederían las diferentes probaturas de planteamientos tácticos, disposición de jugadores en el campo, entradas y salidas del once de jugadores (cancerberos incluidos) que no lograban consolidar ni una idea de juego ni transmitir fiabilidad alguna como equipo, especialmente en los encuentros que disputaba lejos del Heliodoro Rodríguez López. Tanto es así, que la escuadra tinerfeña fue incapaz de ganar un partido como visitante hasta el 7 de Enero (¡cinco meses después!) ante el Albacete en el Carlos Belmonte gracias a un gol postrero en el minuto 86 por parte del jugador mallorquín Victor Casadesús
La falta de acierto y también de criterio del entonces técnico blanquiazul en sus decisiones, aderezadas con una plaga de lesiones musculares en alguno de los futbolistas más importantes de la plantilla, hicieron agotar la infinita paciencia del imperturbable mandatario del Club Miguel Concepción, especialista en exasperar al entorno y prolongar la toma de decisiones en momentos clave para la marcha del Club donde parece reinar el lema de “el que nada hace, nada teme”
La reciente llegada de un nuevo técnico al banquillo blanquiazul (el vasco Joseba Etxeberria) parece haber reactivado por un lado a los jugadores tanto por su exigencia a través de la intensidad en los entrenamiento y partidos como al entorno del Club con un discurso tan natural y espontaneo como es el propio exjugador bilbaíno, incluida ruedas de prensa donde ya se empieza a hablar de fútbol con meridiana claridad.
Y lo más importante parece haberse cerrado el ciclo de búsqueda interminable de una idea de juego y del aprovechamiento de una plantilla llamada a conseguir metas mayores. Este equipo ahora parece haber encontrado a sus jugadores más valiosos en el campo, tanto a los que tienen gol y fútbol en sus pies como a los que derrochan otra serie de virtudes como son los casos del majorero Alberto y el “catracho” Bryan Acosta, no obstante este “arranque liguero” hay que consolidarlo con futbol (tan ausente hasta ahora) y resultados.
Ahora parece que sí, ahora parece que ha finalizado el tiempo de las probaturas, los ensayos y las pruebas, ha llegado el fin de esta interminable y particular pretemporada blanquiazul. En la isla ha empezado a cambiar el discurso, ya se habla de mirar hacia arriba en la clasificación y engancharse a la parte noble de la clasificación. El equipo empieza a competir, adiós a la pretemporada, esperemos no echar en falta el tiempo perdido, ha vuelto la ilusión, ha vuelto el Tete ¡¡¡¡