Un Tenerife “desbocado” se impone al Real Oviedo
Confrontación entre dos equipos con dinámicas inversas y el objetivo del playoff de fondo
Se disputó en el Heliodoro Rodríguez López un duelo entre dos históricos de fútbol español que se presentaban con dinámicas muy diferentes antes del encuentro, la del visitante Oviedo en negativo (dos puntos de los últimos doce) y la del conjunto local en positivo disfrutando del “efecto Etxeberría” (diez de los últimos doce), eso sí el conjunto ovetense cerrando los puestos de playoff de la clasificación y el conjunto isleño intentando recortar distancias con dicha zona.
Comenzaba el encuentro y pronto llegó la primera ocasión de peligro (minuto 3), en esta ocasión para el conjunto visitante a través del omnipresente durante todo el encuentro Saúl Berjón, quien ejecutó con picardía el lanzamiento de una falta lateral por el exterior de la barrera para intentar sorprender a Dani Hernández pero el largirucho cancerbero blanquiazul respondió certeramente.
Durante los siguientes minutos, el partido se disputó con una alta presión defensiva por parte de ambos equipos que impidieron la continuidad en la circulación del balón, especialmente en las zonas de creación, por lo que las alternativas en la posesión del balón fueron continuas.
Especialmente intenso se mostró el equipo local, que imprimía una gran velocidad a todas sus acciones, buscando sobre todo a sus hombres más rápidos como Mula, Suso, Camille y Longo, especialmente el primero que fue una auténtica pesadilla para el conjunto visitante
Así, transcurría el minuto 18 de partido cuando el central chicharrero Carlos Ruiz saca un centro en banda derecha, que le cae “llovido” al borde del área ovetense a Longo, quien en un gesto técnico de muchísima calidad hace un control en el aire con el pecho y cuando el balón cae se gira y a la media vuelta la “clava” en el palo largo, sin que Herrero pudiera hacer nada por evitarlo. Brillante remate del italiano que levantó al aficionado chicharrero de sus asientos, fue la primera llegada clara y el primer tiro a puerta del equipo local convertido en gol.
A partir de aquí el equipo local se creció y se hizo con el control del juego, con su electrizante ritmo de juego robaba una y otra vez el balón y desarbolaba por momentos al equipo visitante, en el minuto 31 es el “catracho” Bryan Acosta quien dispuso de una clara ocasión en una contra, pero el último control se le va largo y ya en el área contraria se encontró con la salida de Herrero; en el 34’ un corte en defensa del “gladiador” Alberto lo convierte en un pase a Mula que recorrió todo el campo hasta plantarse en el área contraria, pero se equivoca en la finalización.
Las noticias del conjunto carballón llegaron con los destellos de calidad de Saúl Berjón, que fue el protagonista de las dos únicas llegadas al área visitante en la primera mitad, una de las cuales acabaría en saque de esquina sin consecuencias.
Hasta que llega el minuto 39´, en una rechace de la defensa ovetense ante un intento de control de espaldas de Longo (un auténtico incordio para cualquier defensa), el balón cae en las botas de Alex Mula quien lanza un zapatazo desde 40 metros que sorprende por alto a Herrero, así con el resultado de dos goles a cero se llegaría al descanso.
La incertidumbre tras los primeros cuarenta y cinco minutos era saber si el equipo local podía aguantar a tan “alto voltaje” el resto del encuentro y si este desgaste físico lo podían acusar los jugadores del equipo local, proclives a las lesiones musculares durante gran parte de la temporada.
La duda se resolvió pronto, el equipo local no solo continúo con su gran despliegue físico intensificando la velocidad en todas sus acciones y trabajando la anticipación sino que “golpeaba” una y otra vez las inmediaciones del área visitante. En el minuto 50’ Bryan Acosta robó un balón dividido y se plantó dentro del área pero su remate con gran potencia se le marchó alto; en el minuto 52’ el lateral tinerfeño Camille lanzó un balón en largo para Longo que ya en el área contraria cedió a Bryan Acosta quien de nuevo desperdició una clara ocasión de gol; en el minuto 54’ una combinación entre Camille, Bryan Acosta y Mula la finalizó éste pero su tiro acabó muy desviado; en el minuto 60’ es Alberto el que finalizó una contra “picando” el balón ante la salida de Herrero pero se le marchó alto.
Por unos instantes el Oviedo pareció intentar sacudirse el vendaval “chicharrero” y llegó a las proximidades del área blanquiazul. Una buena jugada por banda derecha la finalizó Rocha con un gran remate que sacaría en boca de gol, y con el cuerpo, el medio centro local Alberto. Hasta que llegó el gol visitante, en el minuto 63’ una falta muy bien “tocada” por Saúl Berjón, la cabecea al fondo de las mallas Forlín, poniendo el 2-1 en el marcador y algo de emoción. Y en el minuto 68’ una nueva falta deja a tres jugadores ovetenses solos delante de la portería local, pero el remate de cabeza se marchó fuera
Pero sería el conjunto isleño el que remataría la faena en el minuto 71’, una contra local la finalizaría Mula que levantó el balón ante la salida del meta ovetense y sentenció el partido, con el resultado de 3-1 se llegaría al final del encuentro.
En resumen, un Oviedo que sin hacer un mal partido disfruto de sus mejores oportunidades en la segunda parte pero se encontró con un rival muy superior en prácticamente todas las parcelas del campo y, un Tenerife que ha sufrido una metamorfosis con la llegada del técnico vasco, que se muestra como un equipo “desbocado”, con un despliegue físico extraordinario y que cree en lo que hace.
Alegría en la afición blanquiazul que se reencuentra con su equipo, y en especial para la aficionada más antigua, que en un bonito detalle del Club (y aprovechando la reciente celebración del día de la mujer), recibió un merecido homenaje por su fidelidad tras 62 años (¡!) como aficionada siguiendo a su “Tete” ¡Felicidades Miguelina!