Faltan dos meses exactos para que finalice la temporada regular en Segunda B. La disputa en el Grupo IV es enorme tanto en la parte alta como en la baja y eso está haciendo que algunos equipos no consigan coger la regularidad que necesitan. Uno de esos afectados está siendo el Córdoba B de José María García, quien no está teniendo mucha suerte y está viendo como el equipo no termina de salir de los puestos de abajo.
Sin regularidad no hay permanencia
El filial blanquiverde está teniendo serios problemas en cada partido. Ya sea en una victoria, empate o derrota, el conjunto cordobesista está mostrando serios problemas atrás de seguridad pero, sobre todo, de cara a la portería rival.
Todo ello ha llevado al Córdoba B a desconocer esa sensación de ganar dos partidos seguidos esta temporada, imposibilitando una llegada de ánimo y regularidad que les lleve a los jugadores a creer en la permanencia. Cada fin de semana saltan al terreno de juego buscando la victoria pero algunos mazazos como el sufrido frente al filial bético hacen que la moral se hunda por los suelos tras llevar dos partido seguidos sin perder gracias a la victoria frente al Murcia y el empate frente al Badajoz.
José María García tal vez necesite fijarse en el primer equipo y olvidarse de un estilo de juego concreto de posesión como hasta ahora y seguir las directrices que siguen los pupilos de Sandoval. Son nueve encuentros los que quedan para que finalice la temporada y, aunque la zona baja está apretada, los cuatro puntos que les separan de la permanencia pueden ser un mundo si no se le pone solución desde este fin de semana frente al CF Lorca Deportiva.