Objetivos dispares con dificultades comparables

Poco tiempo queda de liga, y con ello opciones de lograr sus respectivos objetivos. Tanto Peralada como Hércules tienen una prueba de fuego el próximo domingo. Descenso y ascenso son las metas a alcanzar. Ni ibicencos ni alicantinos están cerca y este será el partido en el que uno de los equipos pueden decir adiós a las opciones de salvarse o las de ascender a la división de plata.

Los isleños, tras su dolorosa derrota la semana pasada ante el Peralada, quieren seguir en su lucha y encadenar victorias para salvarse de la «quema». Se encuentran a 5 puntos de los puestos de la tranquilidad a falta de 9 jornadas para concluir la liga. La escasa regularidad y la falta de gol son los principales desencadenantes de el puesto que ocupan los ibicencos en liga. Únicamente son 19 los goles anotados por el equipo, con una media de 0,65 goles por partido. Lo que le condena a ser el equipo menos goleador de toda la categoría, tan solo superado por el Caudal Deportivo.

Mientras que el Hércules, se mantiene con vida, gracias al gol en el último minuto ante la SD Formentera. Una oportunidad que le brindó el fútbol. A pesar de este triunfo, las sensaciones del conjunto no son buenas y la parroquia herculana sigue sin convencerse de tener ni tan siquiera alguna opción. Tal y como indicó Josip Visnjic, entrenador del Hércules, será un encuentro difícil, como casi todos sin importar el rival, porque en esta liga no existe el partido fácil: «Es un partido trampa, donde nosotros podemos perder mucho y ganar poco, pero necesitamos los puntos domingo tras domingo».

Para este partido, el serbio, no podrá contar con Carlos Fernández que no viajó a Ibiza por un edema en la tibia. También se quedarán en Alicante, Iván Buiges, por enfermedad y Paco Candela, por lesión. Como novedad, se presenta la convocatoria del portero del filial, Robert Micu.