Uno de los fichajes que hizo correr rios de tinta en el mercado de invierno fue el de Íñigo Martínez por el Athletic Club. Pasado el tiempo parece que la historia aún colea. Alberto de la Bella ha apuntado en radio Marca Donostia que «su salida (la de Martínez) es como otras cosas que han ido pasando durante el año y que al final merman la confianza. Siempre cosas negativas y da la sensación de que no asomábamos la cabeza en ningún momento», relataba.
Ahondando en el tema para el jugador erreala «ahí ya la decisión fue personal. Yo ni lo critico ni lo alabo, cada uno es libre de hacer lo que quiera. Una vez que tomó la decisión, solo queda desearle suerte, pero no creo que fuera el momento adecuado», lamentaba.
«Yo creo que el problema que tuvo Iñigo es que se vio en el Barcelona el pasado verano. A partir de ahí su cabeza estaba ya más en un futuro lejos de la Real. También tuvo la oportunidad de irse al Inter y no salió. Para un jugador poder ir a equipos tan grandes y al final que no se dé puede ser determinante de cara a su rendimiento posterior, y cuando después vino la oferta del Athletic Iñigo optó por salir», Así explicaba el lateral zurdo de la Real Sociedad como sentó en el vestuario la salida del jugador al eterno rival.
El txuriurdin fue preguntado si en el grupo se sintieron ‘un poco traicionados’. A lo que respondía que «creo que sobre todo dolió por el momento en que se produjo. Luego él puede ir donde quiera. Igual gente más cercana a él, que crecieron juntos desde el fútbol base, se sintió más tocada por su marcha, pero yo creo que una vez que se fue el equipo volvió a hacerse fuerte. En ese partido posterior a su marcha salió a jugar Aritz Elustondo con un rendimiento alto, y al final la Real tiene que hacerse fuerte. Nadie es imprescindible», expresaba.