Lucas V recupera el trono

Hace casi dos años, en la final de Champions League que disputaban Real Madrid y Atlético, un joven Lucas Vázquez, en su primer año como futbolista del primer equipo blanco, ingresaba al césped de San Siro en el minuto 76.

Fruto de su constancia a lo largo de la temporada, el canterano cumplía se sueño de disputar una final de Champions con el equipo que le vio crecer. Cuando el partido se marchó a la tanda fatídica, el gallego alzó la voz, y al grito de »quiero hacer algo importante», agarró el esférico y se dispuso a llevar a cabo el primer lanzamiento. Se dirigió hacia la portería haciendo malabares con el balón, como quien juega un partido en su barrio contra sus amigos, y anotó el primer penalti, el cual celebró golpenado el escudo de su camiseta que abrió el camino del Real Madrid hacia la Undécima.

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En la temporada siguiente, a pesar de ser un habitual en el »equipo B», no tuvo la misma importancia que durante su primer año, debido en parte al excelso estado de forma de Isco a lo largo de toda la temporada, y a la explosión de Marco Asensio, ya que cuando uno de los miembros de la BBC no podía jugar, eran el malagueño y el balear quienes se repartían las papeletas para cubrir su puesto. La feroz competencia existente en la plantilla blanca, desembocó en que ni el propio Lucas, ni el colombiano James Rodríguez estuviesen ni siquiera en el banquillo en la final de Cardiff, en la cual el Madrid se alzó con la Duodécima.

Durante ese verano, el gallego recibió ofertas de otros clubes que le garantizaban la titularidad, pero tanto Zidane como el propio futbolista respondieron con un rotundo no, ya que tanto él como el club tenían claro que su lugar para triunfar se encontraba en la Castellana. El entrenador francés premió su compromiso con la camiseta blanca con minutos, y Lucas respondió a esta confianza con buen fútbol. Las estadísticas han avalado a lo largo de la temporada su gran estado de forma, y es que el gallego es, con mucha diferencia sobre el resto, incluidos Cristiano y Leo Messi, el futbolista que más ocasiones genera, y el que más asistencias da a sus compañeros por cada 90′. El Real Madrid también nota cuando el extremo está en el campo, pues cuando no lo está el conjunto promedia 1’84 goles por partido, y cuando está, el equipo merengue promedia 3’06.

El momento culmen de esta temporada llegó en el partido de ida de octavos de final frente al PSG. Con el equipo sufriendo y el partido empatado, Zizou decidió arriesgar e ir a por la victoria. En un doble cambio a diez minutos del final del encuentro, el técnico francés retiró del campo a Isco y a Casemiro para dar entrada a Lucas y a Asensio. En diez minutos lograron revolucionar el partido por las bandas de tal forma, que el Real Madrid viajaría a París con una ventaja de tres goles a uno.

Para la vuelta en el Parque de los Príncipes, Zidane, basándose en un sistema de meritocracia, apostó por los hombres en lugar de los nombres, y no le tembló el pulso a la hora de dejar en el banquillo a futbolistas como Isco, Bale, Modric o Kroos, (los dos últimos acababan de salir de una lesión), y dar la titularidad a futbolistas que atravesaban un gran momento de forma como los propios Lucas y Asensio, o Mateo Kovacic. Le acabaron dando la razón al técnico, y el Madrid accedió a cuartos de final sin pasar por grandes apuros, en un encuentro en el que Cristiano abrió la lata gracias a un centro medido de Lucas Vázquez.

En lo que resta de temporada, el Real Madrid se lo jugará todo a la carta más difícil, la Champions, y en la búsqueda de la decimotercera, seguro que Lucas tendrá la importancia que, gracias a su esfuerzo y perseverancia, viene mereciendo.

Por @diegoaguado97