La victoria del domingo ante el Almería ha resultado balsámica para el Real Valladolid y para Luis César y en Pucela se vive la primera semana con cierta tranquilidad de este convulso 2018. El equipo ha recuperado el tono al menos en algunas fases de los partidos y, por primera vez en muchas semanas, solo se habla de fútbol.
Uno de los grandes protagonistas de los últimos días ha sido el valenciano Míchel Herrero que el pasado domingo aportó su calidad para cambiar el rumbo del partido y dar al Valladolid su primera remontada del año. El «21» volvía al equipo de manera testimonial ante Rayo y Alcorcón tras once jornadas y casi cuatro meses en el ostracismo, la última vez que apareció en el once de Luis César fue el 25 de noviembre en Cádiz. Durante todo el mercado de invierno se especuló casi a diario con su salida en busca de más minutos pero, al no llegar una oferta en firme por él, terminó por quedarse en Valladolid.
El pasado domingo tras la desastrosa primera parte ante el Almería, Sampedro se la jugó colocando a Míchel tras el descanso en el doble pivote junto a Borja haciendo al equipo mucho más ofensivo, sabiendo que la derrota momentánea podría costarle el puesto. Dicho cambio, junto con la entrada de Óscar Plano, dieron mucha más claridad de ideas al centro del campo del Valladolid que comenzó a dominar el partido hasta lograr la remontada en los últimos minutos del mismo.
La recuperación de Míchel para la causa, es una buena noticia para el Valladolid ya que su calidad y su experiencia pueden resultar determinantes en el tramo decisivo de la temporada. El valenciano aporta, además su excelente llegada y último pase, como demuestran sus 4 goles y 2 asistencias en los poco más de 700 minutos disputados y, pese a lo que se podría pensar a tenor de lo sucedido durante el mes de enero, su compromiso con el equipo es total. Su buen papel ante el Almería y la baja de Gianniotas, podrían abrirle la puerta del once en Lugo. Incluso podríamos verle en una posición algo más retrasada si Luis César apuesta de inicio por un solo mediocentro de contención. Lo que está claro es que con Míchel el Valladolid es más dominador y el mensaje del técnico cambia de salir al campo a empatar, a hacerlo a por los tres puntos. Y ahora mismo solo vale ganar.
Víctor Fernández (@VictorPucela73)