La lluvia y los palos torpedean a Alcoyano y Sabadell
Navarro para los blanquiazules y Josu para los arlequinados se toparon con los postes y no pudieron romper el empate inicial
Llueve sobre mojado para el Alcoyano. Lastrado de bajas, especialmente en la parcela ofensiva, para enfrentarse al Sabadell de Seligrat, quien fuera su mentor y guía hacia el subcampeonato que logró la temporada pasada la misma base de futbolistas que hoy pugna por eludir el descenso a Tercera División, el cuadro blanquiazul volvió a tropezar con la nubosidad de ideas y la falta de gol y cedió un nuevo empate en El Collao que le mantiene con cuatro puntos de ventaja sobre el puesto de playout.
La afición del Alcoyano tendrá que esperar al menos quince días más para ver celebrar a los suyos un nuevo triunfo como local. Y es que se cumple justamente ahora una vuelta completa desde que los de la moral alzasen los brazos en signo de victoria tras derrotar por 2-1 al Badalona, próximo rival de los blanquiazules, que ha enrachado siete triunfos consecutivos que le han aupado a la lucha por el playoff de ascenso.
Máxima igualdad inicial
No tuvo mimbres suficientes Mario Barrera para romperse la cabeza a la hora de plantar sobre el césped sus once iniciales. Ante las sensibles ausencias de Mario Fuentes, Álvaro, Lino, Nieto, Mariano y Eldin, el ex entrenador del Eldense apostó por Kilian, el más activo y participativo de los locales, y Roberto Alarcón por las alas y colocó a Mario Arques por detrás de Gato, que actuó como referencia ofensiva.
Pero tampoco le resultaría efectivo al técnico argentino esta puesta en escena para conseguir la que hubiese sido su primera victoria al frente del Alcoyano. De hecho, los primeros cinco minutos fueron para el Sabadell. Los de Seligrat dispusieron de dos saques de esquina y una falta lateral que, sin embargo, ocasionaron escaso peligro para la meta de Bañuz. El control arlequinado se tradujo en un disparo alto de Capó en una segunda jugada tras el rechace de un córner.
Respondió el Alcoyano al primer arreón del Sabadell. Primero fue Mario Arques quien recuperó un balón que, tras coser el ataque por banda derecha, terminó rematando él mismo cerca del palo derecho de la meta de Roberto.
Fue éste el preludio de la mejor ocasión blanquiazul en el primer acto. Kilian, muy activo, móvil y vertical por ambas bandas, recibió el balón en el pico derecho del área grande y se deshizo de dos zagueros para posteriormente ceder el balón a Navarro, quien remató desde el punto de penalti. Con Roberto ya batido, solamente un leve roce de Marc Martínez, cuya cabeza desvió mínimamente el balón, que terminó estrellándose contra el larguero.
Corría entonces el minuto quince de la primera mitad. Treinta anodinos minutos, dominados por las interrupciones y las imprecisiones, separaron esa acción del paso por vestuarios. Solamente el Sabadell, en la recta final del primer acto, imprimió una marcha más a su fútbol ofensivo y gozó de dos oportunidades que desbarató Miguel Bañuz.
La segunda de ellas fue especialmente clara: el disparo de Josu lo rechazó el meta ilicitano y el esférico cayó muerto a los pies de Capó, quien, con todo a su favor, terminó enviando el balón muy por encima del travesaño.
Control del Sabadell
El Alcoyano de Seligrat de la pasada temporada solía jugar mejor las segundas partes que las primeras. Parece que, al menos en este caso, el Sabadell del de Torrent sigue sus pasos. El inicio del segundo acto fue de dominio arlequinado. Suya fue mayoritariamente la posesión del esférico, ante un Alcoyano embotellado en su campo y con dificultades para salir, máxime si la primera opción es un balón largo y bombeado para que la pelee Gato, un punta sobrado de calidad pero que no destaca por sus centímetros.
No obstante, el dominio del cuadro de Seligrat adolecía de ocasiones de peligro. Sin embargo, la primera cerca estuvo de ser letal. Sobrepasada ligeramente la primera hora de partido, una incorporación de Óscar Rico por banda terminó en un centro que cayó en las botas de Josu, cuyo golpeo chocó violentamente contra el poste de la meta de Bañuz.
Al igual que sucedió en el primer acto, los minutos centrales de la segunda mitad también carecieron de excesivas ocasiones reseñables. La lluvia, intensa en ciertos compases del partido, fue el elemento que rompió el ritmo de un partido que, a los puntos, se encaminaba de lado visitante. Sin embargo, si en los últimos cinco minutos del primer acto las oportunidades fueron para el Sabadell, en la recta final del choque quien buscó con más ahínco la victoria fue a quien más le urgía: el Alcoyano.
Kilian en primer lugar, con un disparo desde el margen derecho del área al que respondió Roberto con dificultades, y más tarde Roberto Alarcón, que cruzó en exceso un remate desde la esquina izquierda del área tras un desajuste de la zaga visitante, trataron de adelantar a los suyos en el marcador pero terminaron evidenciando una jornada más la riña que tiene el Deportivo con el gol.
La pelea del Alcoyano, además de con la meta rival, también es con el colegiado. Y también hubo tiempo para ello en este partido. El murciano Campos Salinas expulsó, tal vez de manera rigurosa, a Tomás Ruso, ya en los cuatro minutos de descuento que había decretado. Deportivamente, en cambio, no hubo tiempo para más.
Con el justo reparto de puntos, el Sabadell camina tranquilo por el centro de la tabla, con 40 puntos. Los 37 del Alcoyano le mantienen, igualado con un Olot que venció en Cornellà, cuatro puntos por encima de la promoción por la permanencia y con cinco de ventaja respecto al descenso directo. La próxima cita para los blanquiazules será el sábado en casa de un Badalona en alza, que cuenta por victorias sus últimos siete enfrentamientos. Dura piedra de toque para resurgir.