Los numantinos fueron más efectivos
El Numancia supo sacar más provecho de sus ocasiones frente a un Córdoba que termina así una gran racha de cinco partidos sin perder. Pese al gol de Jovanovic, el gol en propia de Aythami y el de Guillermo al borde del descanso darían los tres puntos a los locales.
El encuentro iba a comenzar con un conjunto blanquiverde muy metido en el partido, con su afición trasladada animando desde un primer momento y dominando la posesión del esférico. Todo ello les llevaría a marcar el ritmo e, incluso, casi les da el primer tanto antes de los primeros 10 minutos, pero el tiro de Reyes se marchó por el lateral de la portería.
Poco a poco el partido fue cogiendo más intensidad y ambos equipos tendrían una nueva oportunidad. En primer lugar sería el Numancia quien la tendría gracias a un cabezazo de Guillermo, quien aprovechaba un gran pase de cabeza de Valcarce pero que se le marchaba por el palo izquierdo. Los cordobesistas tardarían menos de un minuto en responder y podría haber llegado el primer gol si Guardiola hubiese alcanzado el pase de Narváez.
Un minuto, dos goles
El encuentro se estaba disputando cada vez más en territorio del Córdoba y al final iban a pagarlo. Una ocasión de Pere Milla en un mano a mano contra Kieszek estaba avecinando lo inevitable si permitían una defensa tan blanda como se estaba viendo hasta ese momento y minutos más tarde acabarían pagándolo. En una falta en el lateral derecho, el propio Pere Milla sería quien estorbaría a Aythami quien mandaría un balón complicado a su propia portería, el cual no podría detenerlo Kieszek.
Aquello parecía un varapalo tremendo para el conjunto de Sandoval, pero poco tardarían en reaccionar. Gracias a un pase de Edu Ramos a la espalda de la defensa, Jovanovic tendría su primera oportunidad del encuentro ante Aitor Fernández, la cual no desaprovecharía y pondría el empate de nuevo en el marcador.
Golpe numantino antes del 45′
A pesar del empate, el encuentro seguía dominado por el Numancia. El equipo de Arrasate quería el balón y hacer daño arriba ante la indecisión que tenía hoy la defensa blanquiverde. Kieszek estaba haciendo todo lo posible por mantener a sus rivales a raya pero no parecía tenerlas todas consigo.
Una nueva jugada por la banda izquierda esta vez sería la causante del segundo gol local al filo del descanso. Ante una mala salida de Kieszek, Mateu aprovecharía para poner un buen pase dentro del área pequeña a Guillermo, quien ante una nueva defensa floja marcaría sobre la línea de cal un gol doloroso para la afición visitante que no paraba de cantar a los suyos.
Con todo ello, el Córdoba salía del descanso con una cara muy distinta a la primera mitad. Sandoval había dado las claves para los segundos 45 minutos y quería a los suyos mucho más activos. Y, aunque no hubo ocasiones claras de gol, los primeros minutos fueron dominados por los cordobesistas que buscaban igualar el marcador lo antes posible.
Querer y no poder
Los minutos iban pasando y los nervios por ir detrás en el marcador se iban apoderando del Córdoba. La paciencia en elaborar jugadas y encontrar la ocasión propicia ya no era buen plan, por lo que subían en tromba en más de una ocasión buscando a alguien que rematara los centros desde los laterales. Incluso por esos nervios Guillermo pudo llegar a sentenciar en el 72. Una buena jugada de contraataque le dejaba solo al final en la frontal del área, pero al querer golpear de primeras y no controlar, el esférico se le marchó por encima de la portería.
A pesar de esa ocasión, Guardiola pudo tener el empate en sus pies. En un mano a mano con Aitor, su disparo llegaría a impactar en el pie del guardameta con éste ya vencido en el suelo, ese simple toque haría que el balón fuera al palo y dejara al goleador cordobesista sin su ansiado tanto.
De esta forma llegaba el final del partido con dos equipos muy diferentes. El Córdoba terminaba metido en el área de los locales, buscando ese empate pero sin recompensa, cortando así una buena racha de cinco encuentros sin perder. Por su parte, el Numancia conseguía sacar tres puntos con un equipo férreo atrás y que pudo sacar incluso más de sus ocasiones pero que, a fin de cuentas, conseguía los puntos que le permiten seguir en la lucha.