El Cornellà da un paso de gigante

El Cornellà gana una final. El partido ante el Badalona era entre dos rivales directos por la cuarta plaza y los locales se llevaron el gato al agua. Los visitantes perdonaron al fallar un penalti y vieron como en menos de diez minutos encajaban un gol obra de Rafa Mujica. Tras el gol los ‘escapulats’ las tuvieron pero los del Llobregat resistieron y suman un triunfo clave en la carrera por la promoción.

El Nou Municipal de Cornellà suele ver como su equipo es el que primero genera peligro. Y así fue. El Cornellà entró mejor al partido que su rival, al menos en la capacidad de llegar al área rival. Édgar avisó con un remate que no pudo impactar con comodidad. La ocasión fue más clara por lo que pudo haber sido que por lo que fue pero sirvió para que la grada se viniera arriba y el ritmo ya no bajó hasta un buen rato después del final del partido. Hasta entonces la afición del Badalona consiguió equipararse en decibelios a la hinchada local.

Sin embargo, el Badalona salía cuando podía y lo hacía a gran velocidad. Las conducciones de Robert y Rufo metieron un primer miedo a los verdes. Los visitantes aún así no pisaban el área rival con frecuencia. El partido entró de hecho en un tramo de más lucha por el balón que posesión.

El equipo entrenado por Manolo González provocó un penalti en una de las primeras ocasiones en las que pudo pisar el área rival con el balón controlado. Viendo la dinámica rocosa en la que había entrado el partido el Nou Municipal enmudeció cuando el árbitro indicó el punto. La afición sabe que en Cornellà el partido puede tomar dos ritmos: un intercambio constante de golpes o un partido con pocas concesiones. En el segundo caso, el que anota primero suele ganar. El penalti, pese a que aún corría el minuto 21, podía ser la llave de los tres puntos para el Badalona.

Un paradón de Craviotto al tiro de Albarran dejó las cosas como estaban. El Cornellà a punto estuvo de encajar en el córner posterior pero se rehizo. Sin aviso previo, Mujica se ganó un balón entre dos defensas y soltó un latigazo que rozando el poste encontró la red. Sorprendió a todos, incluído a Morales que reaccionó tarde.

Mujica se desató y fue la pesadilla de la zaga del Badalona. El ataque del equipo de Jordi Roger pasó desde entonces siempre por las botas del jugador cedido del Barça. Suyo fue el tiro que dio pie a la última ocasión de la primera parte.

Cuando el Badalona se quiso dar cuenta ya habían pasado diez minutos del segundo tiempo. El Cornellà que «obligado en parte», como dijo Roger, por la baja de Pere jugó con tres centrales y dos carrileros, aprovechó la poblada defensa para hacerse fuerte atrás y defender el resultado. Experto en esa tarea, el equipo del Llobregat tiene la virtud en casa de hacer correr el cronómetro sin que ocurran cosas.

Pese a ello, a tres sustos tuvo que sobrevivir la zaga local y el primero se produjo pasados esos diez minutos. Rivas se encontró con un mano a mano con Craviotto que quiso definir por el primer palo y le salió desviado. El pase fue de Robusté y en apenas dos segundos, el recién incorporado controló, sorteó a su marcador y se encontró ante el meta local. Esa velocidad le impidió aprovechar la situación, que era realmente franca.

Las otras dos ocasiones fueron también fugaces y sin claridad en los remates. Un balón colgado acabó en los pies de Robusté que a media vuelta consiguió una volea que pasó por encima del larguero. El Cornellà mató el partido con los cambios, todos realizados en los últimos diez minutos. Pero no pudo evitar una última llegada del Badalona. Un remate potente a un centro pasado se paseó por el área pequeña de Craviotto y tocó en alguien antes de salir por línea de fondo. Un último susto antes del pitido final.

El Cornellà da un paso de gigante en la pelea por una cuarta plaza que parece ya que va a ser la única por la que habrá disputa. El Badalona se queda a tiro del equipo de Jordi Roger que vuelve a poner cuarto. Quedan cinco jornadas para decidir quien será equipo de playoff.